Salió del despacho alrededor de las cinco de la tarde cuando Lucifer le había dejado el cuarto mensaje en el celular. Se verían en un restaurante a unas calles de su trabajo, Chuck, Mary y Lucifer ya esperaban en el lugar, al parecer Miguel se había distraído por ahí y también lo esperaban, junto con Sam, quien Gabe esperaba que sufriera algún accidente ligero que le impidiera llegar; nada mortal. Caminando estuvo en el lugar en menos de veinte minutos, un restaurante sencillo pero agradable, Chuck había insistido en ir porque leyó en internet que tenían emparedados de pavo deliciosos y Lucifer quería probar las malteadas. En seguida localizó la mesa en la que lo esperaban, en la esquina oeste del local, en la planta baja justo a un lado de un gran ventanal de vidrios pintados.
Mary, se levantó y saludó a Gabriel con un abrazo y un beso en la mejilla, iba con vaqueros y una blusa negra debajo de una chaqueta del mismo color, llevaba el cabello recogido en una trenza. Chuck le indicó que se sentara al lado de su hermano mayor, Luz sonreía mientras jugueteaba con su teléfono.
— ¿Dónde está Miguel? —preguntó mientras se deshacía del saco color vino.
— Se detuvo en una tienda de discos, dice que ya viene —respondió Lucifer aun revisando Facebook en su teléfono— ¿Dónde está Sammy? —Gabriel le dirigió una mirada asesina sin siquiera ser consciente.
— No debe tardar —respondió Mary, al tanto de la reacción del rubio a las confianzas de su hermano mayor. Sonrió— Está muy agradecido con Gabriel, igual que yo.
— Hiciste un buen trabajo —le sonrió algo tímidamente su padre, que iba con su acostumbrado aspecto desaliñado—, es genial que hayas ayudado tanto a los Winchester en estos momentos.
— No fue nada que no haga por algunos clientes... —Lucifer hizo un ruido que Gabriel no logró identificar si era positivo o negativo.
La conversación continuó por un rato y un mesero se acercó pero sólo pidieron bebidas mientras esperaban a los ausentes. Lucifer saltaba de una aplicación a otra en su teléfono, y se llevaba algunas miradas de las meseras y otros en el lugar. Siempre llamaba mucho la atención, a Gabriel no le parecía que Lucifer fuera tan atractivo ni extravagante, pero había una especie de aura a su alrededor y de algún modo siempre terminaba llamando la atención; aun de manera inconsciente. Gabriel le echó una mirada mientras Chuck hablaba con Mary de su nuevo libro; su hermano era un tipo atractivo si, el cabello rubio algo más oscuro que el suyo y los ojos azules como los de Castiel, reparó en los vaqueros y la camiseta verde oscuro que llevaba, encima una camisa negra abierta. De momento se sintió molesto por el hecho de que su hermano mayor se viera tan bien.
— Llegué —Miguel interrumpió sus pensamientos, estaba de pie a un lado de la mesa con su chaqueta de cuero negra y su cabello negro bien peinado.
Acto seguido se sentó a un lado de Chuck y la mesa se llevó nuevas miradas. Miguel, con el cabello negro y ojos azules, igual que Cas, no lucía nada mal. Gabriel se preguntó si habría obtenido la misma cantidad de miradas cuando entró al lugar. En seguida empezaron a hablar ruidosamente pero Gabriel permanecía al margen, mirándolos y esperando por Sam. El mesero volvió pero le dijeron que esperaban a alguien más, justo cuando se iba Sam paso al lado del joven mesero y llegó a la mesa sonriendo. Llevaba el cabello castaño peinado hacia atrás y una camisa blanca y su saco color gris debajo del brazo.
— Hola —sonrió más ampliamente, los moretones aún seguían presentes pero se veían algo menos impresionantes. Mary se levantó y lo abrazó fuertemente a la vez que le daba algunos besos.
Él se quedó mirando la escena, Mary y su hijo intercambiaban palabras sonriendo, parecía que su relación estaba mucho mejor. Chuck también se puso en pie y estrechó la mano de Sam, Miguel lo saludo con un movimiento de cabeza. Gabriel recordó a Lucifer y separó la vista de Sam para buscar a su hermano, pero se sorprendió al ver que este se había levantado y también saludaba a Sam con un abrazo. Este hijo de puta que se cree que... ¡¿Qué mierda estaba pensando?! ¿Se había puesto celoso de su hermano? ¡Cómo si necesitara que Sam tuviera algo que ver con otro de sus hermanos!
Un segundo. ¿Qué? Estaba debatiéndose sobre lo que debía y lo que no debía pensar cuando Sam hizo intento de sentarse a su lado pero Lucifer y Miguel se lo evitaron sentándose cada cual a ambos lados de Gabriel. Brillante. No sabía que prefería, si a Mike y Luz a su lado ó a Sam...igual la acción por parte de sus hermanos mayores le pareció extraña; ¿sabían ellos algo? Sam buscó sus ojos con los propios y Gabriel le brindó un asentimiento como saludo.
Finalmente el joven mesero rubio volvió una vez que consideró que la mesa estaba llena, con Sam, Mary y Chuck sentados en un lado y Miguel, Gabriel y Lucifer en el otro extremo, tomó las órdenes de todos y prometió volver pronto antes de alejarse. La señora Winchester inició la conversación en seguida preguntándole a Miguel sobre dónde había estado, Gabriel no prestó mucha atención a la conversación pues le era difícil concentrarse con Sam mirándolo fijamente. ¿Quería que todos se dieran cuenta? Es cierto que había hecho de todo para evitarlo los últimos días pero ese no era el mejor momento para detenerse a exigir una explicación.
ESTÁS LEYENDO
But please don't cry, you liar...
Fanfiction[Castiel y Dean han estado juntos por más de diez años, y tienen a los ojos de todos una relación perfecta, sin embargo no todo es lo que parece y a veces las dudas terminan con grandes errores y heridas incurables. Infidelidades y mentiras...