Cosas

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Dean se había ido y Cas se quedó de pie en medio de la noche, con la puerta abierta de par en par a sus espaldas y la brisa nocturna despeinando su cabello. Pensaba en si debía ir tras Dean, en si debía ir a buscarlo en los alrededores, pensando en lo que se habían dicho y en lo mucho que había dolido. Pensando en las últimas palabras de Dean, en lo furioso que se veía, en la sangre resbalando por su antebrazo, en su espalda alejándose de nuevo.

No supo cuánto tiempo estuvo ahí de pie pero cuando entro se dio cuenta de que estaba helado aun así lo primero que hizo, preocupado por el estado en el que se había ido Dean, fue comunicarle a los demás que había vuelto y estaba bien, a Sam y Mary por medio de Gabriel, a la vez se enteró de que su padre y sus hermanos mayores estaban de visita, y luego busco llamar a Crowley pero su teléfono sonaba ocupado. Estaba echándose una manta sobre los hombros cuando Crowley le envió un mensaje informándole que acababa de recoger a Dean y su auto no muy lejos de ahí y que le llevaría a un hospital.
En cuanto Castiel pudo respirar tranquilo porque Crowley estaba cuidando de Dean, se dispuso a arreglar un poco el lugar. Antes llamo a Meg para informarle la situación y convencerla de que no fuera a quedarse con él, luego se dispuso a enviar un correo a la universidad explicando la situación; que Dean había aparecido y por ello no había llegado a su siguiente clase, agradeció que el día siguiente no hubiera clases en la universidad, se acercaba un día feriado así que tendrían un fin de semana largo.
Era bastante tarde y se sentía en verdad cansado pero sin ganas de dormir, así que puso manos a la obra; empezó recogiendo toda clase de cosas del suelo: desde sillas hasta los restos del celular de Dean. Había muchas cosas rotas y aunque sabía que muchas no tenían el más mínimo uso ahora y debía tirarlas, sin pensarlo sólo las fue arrinconando contra la pared del pasillo principal. Acto seguido empujo las mesas y sillas hasta su lugar, barrio los vidrios del suelo de madera de la cocina, embadurnando algo de sangre al hacerlo. La casa lucía cada vez más normal y eso le agrado así que pensó en seguir con la limpieza, aunque sentía bastante sueño, pero cuando se encontró con una bolsa para basura frente a la pequeña montaña de cosas rotas que había en el pasillo no pudo empezar a tirarlas. No podía estar bien deshacerse de todas ellas sin siquiera preguntarle a Dean, eran sus cosas también, y aun si él quería tirarlas o no le importaba Cas no sabía si quería que se fueran a la basura, aun si eso era lo que eran a ojos de cualquiera, incluido Dean.
Esas cosas eran parte de la vida de ambos, eran parte de su historia y sentía que a pesar de que Dean le había gritado que no funcionaban, que era todo, a pesar de eso, Cas sentía que era muy pronto para deshacerse de sus cosas. Quizá la relación de Cas y Dean estaba completamente rota y sin arreglo, como todas esas cosas, pero eso no quería decir que fuera el final...Si aún había trozos de algo ahí, si aún se podía distinguir que era aquello antes de romperse, eso quería decir que aún había esperanza... ¿acaso estaba equivocado?

Con la bolsa de plástico aún en la mano, tomo asiento en el suelo frente a la montaña de cosas rotas y las miro con atención. Había tantas cosas en esa casa ahora, al principio casi no tenían nada. Al mudarse sólo tenían el refrigerador que Chuck les había obsequiado, el colchón y sabanas de Dean, algunos platos y cubiertos cortesía de Mary, la vieja computadora de Cas, una parrilla eléctrica (barata pero bastante funcional) y el sofá de la habitación de Cas.
Dean era bueno cocinando y limpiando aunque era muy descuidado, mientras que Cas, por esos días, no sabía tanto de cocina o limpieza como Dean pero ayudaba a mantener la cabeza de este sobre sus hombros. Cas se encargaba de hacer los pagos a tiempo y recordarle a Dean llevar su teléfono antes de salir o cuando se acercaba una fecha importante en la escuela. Habían sido días magníficos y los recordaba con mucho cariño, aun si su relación aún era sólo de amistad. Recordaba claramente que Dean dormía en el colchón los martes, jueves y domingos, mientras él lo tenía los lunes, miércoles y viernes; la noche de los sábados era a base de un piedra, papel o tijeras. Eso claro hasta que un miércoles cuando Cas estaba tendiendo la cama, Dean había llegado y se había desplomado exhausto sobre el sofá, entonces Cas había terminado y había ido por él y lo había arrastrado hasta la habitación y lo había obligado a acostarse y dormir juntos. Dean, haciéndose el duro como siempre, había jurado que sólo sería esa noche por haber tenido un "miércoles de mierda", pero igual a partir de esa noche fue cada vez más común que durmieran juntos, aun si muchas veces ambos dormían en el sofá.

But please don't cry, you liar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora