But please don't cry, you liar...

Hermano

Benny no estaba equivocado, pensaba, mientras su amigo pagaba un par de prendas para Liz. No había estado equivocado cuando se conocieron y no lo estaba ahora, por eso había querido llamarlo a él esa noche. Sonrió al recordar lo celoso que parecía estar Cas de su amigo los primeros años, cuando estando a solas lo único que Benny hacía era presionarlo para que Dean le pidiera a Cas salir o algo. Y no pudo evitar pensar en lo que Cas pensaría si hubiera visto la escena en el cuarto de Benny, pero él sólo era su amigo y no como algún día lo fue Cas. En realidad nadie podía ser como Castiel, no a los ojos de Dean.

Caminaba distraído detrás de Benny y Liz pensando en eso cuando noto que alguien se acercaba a él, antes de ser alcanzado pudo girarse para ver a Sam yendo hacia él. Sin pensarlo se echó a correr alejándose de Sam que casi estaba ahí. Podía escuchar a Benny llamándolo y por supuesto que a Sam gritándole para que esperará pero no estaba pensando, sólo huía del encuentro casual e inevitable.
Quería arreglarse con Sam...pero no así. No de manera tan improvisada. No había pensado qué mierda decirle, sólo había pensado en Castiel, y no es que Cas fuera más importante que su familia sólo que era un poco más sencillo pensar en Cas que en Sam. Porque no podía simplemente alejarse de Sam, no podía simplemente gritarle y alejarlo para siempre pero tampoco quería hablar de lo que Sam había hecho, se sentía incapaz de soportarlo. Es una jodida porquería sentirse traicionado por alguien que ha estado ahí toda tu vida, por alguien que piensas que seguirá estando ahí hasta el final. No quería discutir con Sam así que sólo corrió y termino entrando, por poco, en un elevador que cerró sus puertas antes de que Sam lo alcanzará.

...

Fue detrás de su hermano mayor que corría como un idiota huyendo de él, las personas los miraban pasar y se apartaban. Tras correr un poco Dean alcanzó un elevador y se metió apenas mientras que Sam sólo alcanzó a golpear con las manos las puertas cerradas al momento de frenarse para no estrellarse con ellas. Suspiro, algo cansado... Estúpido y cobarde Dean que nunca quería enfrentar nada, nunca quería aceptar nada. Debían hablar, arreglar las cosas, extrañaba a su hermano. El elevador estaba bajando y Sam lo pensó un poco... ¿qué haría su hermano? Tomó las escaleras y bajo al segundo piso y espero a que Dean apareciera.
No pasó mucho tiempo antes de que las puertas del elevador se abrieran y se encontrará cara a cara con su hermano.

— Dean.

— ¿Cómo mierda...? —Dean intento impedirle la entrada pero antes de poder hacer gran cosa Sam estaba dentro del elevador con él — Sam, vete.

— No, Dean —las puertas se cerraron a sus espaldas— Joder, deja de huir de todos.

— No estoy huyendo.

— Entonces, ¿te ejercitabas trotando, aquí? —comentó sarcástico.

El elevador bajo otro piso y una pareja entro, hablando entre ellos de manera empalagosa. Ninguno de los Winchester abrió la boca, la situación era algo vergonzosa. Dean parecía muy concentrado en una pared y Sam clavó los ojos en el techo. El elevador llego a su última parada, y al abrirse las puertas los novios salieron abrazándose pero ellos no se movieron ni hablaron. Después de unos segundos las puertas que iban a cerrarse fueron interrumpidas por Dean, quien luego salió del pequeño elevador. Sam lo siguió.

— ¿Vas a seguirme todo el día? —le espetó Dean.

— ¿Vas a dejar de huir toda la vida? —preguntó mientras los dos se detenían cerca del elevador— Necesitamos hablar.

— Brillante, ¿tú también?

— Dean...

— No, Sam. No quiero hacerlo ahora, ¿ok?