But please don't cry, you liar...

Único

— ¿Quieres hablar de Sam? —preguntó Castiel confundido.

— Sí... —respondió Gabriel, exhausto por lo lento que era su hermano menor.

— ¿Qué quieres hablar sobre él? —el rubio se aclaró la garganta y acabó su cerveza de un trago.

— No sé... ¿todo? Como... —no podía creer lo que estaba diciendo— como... ¿cuánto tiempo estuviste con él? Ahm... ¿cómo empezó? ¿Vas...piensas...? No. —cómo podría preguntar, Castiel lo miraba sin entender y algo sonrojado, no sabía si por el alcohol o por el tema— ¿Sientes algo por él? E-esa clase de cosas quiero...quiero saber.

Castiel se veía completamente confundido. Nadie le había preguntado eso, excepto claro, Dean y el oficial cuando Dean estaba desaparecido. Le parecía que Gabriel nunca se había visto tan nervioso y fuera de sí, siempre parecía relajado y con gran control de sí mismo. Pensó en preguntarle la razón pero al abrir la boca y ver la mirada intranquila de su hermano se quedó callado. Hubo algunos minutos en que el único sonido era la música. Finalmente Castiel, un poco en contra de su voluntad, empezó a hablar sobre lo que Gabriel quería oír. Nada muy descriptivo, sólo el hecho de cómo empezaron y durante cuánto tiempo duró la relación. No dijo nada sobre cómo lo hacía sentir. Gabriel escondió la cara entre sus manos nuevamente y habló.

— ¿Sientes algo por él? —su voz se escuchaba amortiguada por sus manos. Castiel negó con vehemencia pero enseguida se dio cuenta de que su hermano no podía verlo.

— No. Bueno —pudo ver como ante esa última palabra los hombros de Gabe se tensaron, así que se apresuró a aclarar— no siento... Quiero a Sam, pero...nunca ha habido para mi otra persona además de Dean. —sentía que sus mejillas ardían un poco, pero Gabe seguía sin mirarlo— Dean es...la única persona a la que quiero en ese sentido. No quiero nada con Sam...

— ¡¿Y ENTONCES POR QUÉ SIGUES AQUÍ?! —le interrumpió Gabriel, gritando sin destaparse el rostro, a Cas le tomó por sorpresa y no respondió. Hizo una pausa— ¡¿Por qué sigues aquí, mirando tus cosas rotas y viviendo de cerveza y hamburguesas?!

Castiel seguía sorprendido. No es que Gabriel no levantará la voz todo el tiempo y por cualquier tontería, pero nunca lo había visto así y no entendía exactamente cuál era la razón

— ¡JODER, CASTIEL! —un nuevo grito le dio un nuevo susto a Cas— ¡HAZ ALGO!

— G-Gabriel...no sé por qué...

— ...me gusta. —respondió a la pregunta no formulada, aun ocultando su rostro entre ambas manos— Sam, él... me gusta. Y él dijo que lo hacía contigo porque... —Castiel pudo ver las orejas de su hermano mayor teñirse de rojo, contrastando con su cabello rubio— porque... queríaalgoconmigoperoteníamiedooalgo.

Terminó hablando muy rápido, tanto que de hecho Castiel no entendió lo que había dicho, pero imaginó lo que quería decir. De pronto le encontró sentido al comportamiento extraño de Gabriel, y supo que era algo serio porque nunca había visto a Gabriel así. Se sintió horrible al pensar que además de acostarse con el hermano de su novio, se había estado metiendo con el hombre del que su hermano estaba enamorado.

— Lo siento —fue lo único que acertó a decir— No sabía. Lo siento mucho.

— Está bien...

Se quedaron largo rato sin decir nada y con Gabriel ocultando su cara, Castiel no sabía si debía decir algo más o si debía irse... aunque claro, era su casa. Estaba pensando en al menos dejarlo solo e ir a su habitación cuando Gabriel por fin bajo sus manos y las dejó descansar en sus rodillas.