*Errores 2*

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Decir que habían tratado de ignorar todo lo que había pasado era poco, era absolutamente nada ante la actitud arrogante y quisquillosa que decidieron tomar, ni siquiera Yuuri en toda su capacidad adulta había podido por lo menos buscar las palabras adecuadas para mencionar lo ocurrido, porque era absurdo, así de simple, así como se mostró desde el inicio.

Ninguno quiso meter palabras en su charla, se habían quedado mirando como un par de desconocidos, ambos avergonzados por su absurdo comportamiento por igual, Yuuri quería ser optimista, era imposible.

Imposible cuando se trataba de alguien como Yuri, un adolescente hormonado al cual había sucumbido por las ganas, meramente calentura, era una total vergüenza para sí mismo admitirlo, admitir que se había dejado guiar por una disputa y peor aún...el capricho de someter a alguien menor a él. Deseo con toda su maldita alma creérselo, pero su cerebro fallo por completo al ver la silueta del menor en medio del vaho de la ducha, con el agua que recorría rincones que solo en su celo había tomado el valor de escudriñar, como suyo.

Era un cobarde, y un completo tonto por meterse de cabeza al precipicio sin fin que era Yuri, quizá la calentura estaba volviendo a su cuerpo, porque no había dejado de mirar ni por un segundo las esbeltas piernas del rubio, ni siquiera aquel pequeño lugar que había tocado con toda su hombría el día anterior, el escalofrió le recorrió la espina dorsal, se sentía vivo. Y a la vez aterrado.

No había motivo para que ellos profundizaran una charla respecto a eso, no era necesario, no de su parte, Yuri lo había provocado, y eso se había quedado saldado en esa habitación, salió del cuarto de baño antes de que el menor notara su presencia.

Eso no valía la pena.

*

Decir que la indignación le corroía el cuerpo era nada, ¡Fue estúpido, estúpido y mil veces estúpido! Él sabía que no había promesas en lo que hicieron, que no había sentimientos ni algo que les forzara a quedarse juntos, pero le rabiaba que Yuuri hiciera como que nada, como si... ¡Como si desvirgarlo hubiera sido una putería de todos los días!

Oh, pero claro que eso no era lo peor, esto era lo peor:

''Te deje dinero junto a la cómoda, lo suficiente para que compres anticonceptivos, procuremos no meternos en líos estúpidos entre ambos...''

Claro, era obvio, ambos tenían prioridades, él habría aceptado ese comentario si es que este no estuviera escrito en un pajero papel, sin siquiera un rastro del japonés en la habitación, la cual había quedado inhóspita tras su huida, porque eso era lo que había hecho ese idiota, huir.

Suspiro con pesadez, ¿Por qué su cerebro no le advirtió sobre lo mierda que sería lidiar con su orgullo? El cual en este punto estaba tres metros bajo tierra, ensuciado, manchado y humillado. Se vistió como pudo, no era como si fuera a encontrar su ropa en perfecto estado, lo más afectado de sus prendas era sin duda la camiseta, la cual estaba un poco desgarrada por los hombros, Yuuri le había jaloneado la ropa suficientemente mal como para querer quemar la prenda, pero más allá de eso el aroma de Alpha de Yuuri se había quedado impregnado en esas cosas, no sabría cómo lidiar cuando alguien preguntara por ello, esperaba no encontrar a nadie interesante por su trayecto.

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