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Nota:
¡Hola gente hermosa! Disculpen montón por la demora, estos días han sido muy cansados en mi U, y realmente quiero esforzarme para pasar mis progresos con tranquilidad, así que seré un poco lenta en actualizar, pero tranquilas no abandonare esto, en fin, solo me queda decirles que las adoro por cada review y voto que dejan, ya sea cortito o largo, son un amor, en serio me dan mucho ánimo, por cierto quería preguntarles si tal vez sería buena idea crear un grupo de este fic para no pasarme por cada grupo de YOI para publicarlo, ¿Qué dicen? Háganmelo saber, aparte quería compartir un par de memes, pero como hacen referencia a mi fic me sentiría muy descolocada de compartirlo en grupos que no lo lean, en fin, las dejo disfrutar la lectura, besos.
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Y Alek no pudo hacer más que apoyarse tembloroso contra la puerta, sintiendo el caos de su cabeza arder...como las mismísimas llamas del infierno, quemando el aire a su alrededor, de una manera abrazadora e inconcebible, tuvo apenas un par de minutos antes que la sensación se intensificará, y a leves tropezones pudo regresar a su auto, golpeando con rabia una de las llantas del mismo, maldiciéndose por todo lo que era, por no poder dar más a Yuri de lo que su instinto le permitía.
Cuando se pudo recuperar emprendió el viaje de regreso a casa, sintiendo el pecho fulgurante de la melancolía, quizá porque en el fondo, comprendía...que los ojos de Yuri hace mucho miraron en otra dirección, y no era hacia él.
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Y con el abrazador calor que recubrió su cuerpo no dudo en desnudarlo, en embelesarse con aquella piel bajos sus manos, sin miramientos, como una fiera furtiva en busca de refugio, tan herida en el orgullo...que era capaz de pecar por su ego.
Dejo que sus labios fueran levemente succionados, y cuando los jadeos cantaron en ambas voces, su mente despertó, como si aquel desastre hubiera acabado sacrificando su alma, en canticos de burla.
Se separó precipitadamente del cuerpo contrario, casi resbalando al borde de la cama por tener una imagen clara de con quien estaba, temeroso como un niño de los errores que estuvo a punto de cometer, sintiendo aquel vacío oscuro ahondando su pecho...cuando sus ojos estudiaron en detenimiento esa piel, esos ojos, ojos que no eran de un jade fogoso por la perfección de la inocencia y altanería, piel...piel que no encajaba con aquel al que añoraba, con aquella parte que solo a su lado creaba la perfecta armonía, dentro de él, dentro de su alma.
-¿Yuuri...?-cuestiono Víctor al repentino alejamiento del más joven, atreviéndose a mirarlo a los ojos, aun con el ligero vaho de sus pieles.
Y los labios del menor se volvieron temblorosos en su presencia, mientras Yuuri hacia lo posible por alejarse del contrario, retrocediendo agobiadamente en el miedo de sí mismo, con la expresión descompuesta, el ligero aroma de Víctor lo llamo una vez más, incitantemente, pero eso no provoco más que el desplante y las lágrimas fervientes del pelinegro, que se dejó mirar tan lamentable cuan era, por sufrir, por sentir que había hecho algún pacto con el diablo para llevar semejante cobardía viva dentro de él.
