Su mirada se perdió en el lejano horizonte, la nieve caía suavemente en aquella temporada, la piel se le erizo apenas, traía la cabeza hecha un lio, y al parecer ni siquiera la distancia era capaz de ayudarle a sentirse mejor, al contrario, cada día era más tortuoso que el anterior, no comprendía que era lo que sucedería consigo mismo, apretó su mandíbula conteniendo el llanto que quería aflorar en el como si fuera un mana, el solo recuerdo de Yuuri le causa una terrible angustia, una que le consumía cada fibra del cuerpo, cada milimétrica parte de su cabeza, se sentía fatigado, después de aquella inmemorable noche su vida había sido un caos, y aquella sensación de tristeza y desazón no cesaba, ya había pasado un mes y medio desde aquello, él había retomado sus clases en el instituto, su cabeza debía estar fría para poder pasar con éxito los estudios, y mantener la beca estudiantil al nivel de exigencia requerida, obviamente.
Pero nada de eso le mantenía despierto en las noches, era todo lo contrario, el recuerdo exigente del cuerpo estilizado y firme del japoneses lo asechaba, pero eso no era lo peor, por supuesto que no, lo que se llevaba con creces su tristeza era el hecho de que en Japón existía el rumor de que Yuuri y Victor andaban en algo serio, había tenido que eliminar todas sus cuentas para no recibir información de ese tipo, le desagradaba, lo odiaba, le...le comprimía el pecho como ningún otro dolor.
Cerro sus ojos lentamente tratando de calmarse, se abrazó a sí mismo en un intento de calmar aquella punzada en su pecho, pero el aire seguía escapando de sus pulmones, ¿Qué fue lo que había hecho Katsuki con él? Se rozó con cuidado la nuca, nada, no había nada allí...y a pesar de ello aquella sensación sofocante de pertenencia no se iba, no desaparecía de su ser.
-Mierda...-siseo por lo bajo.
-¿Tan temprano y con mala leche, Yuria...?-canturreo a viva voz Alek, trato de serenarse lo más rápido posible para que el castaño no le jodiera.
-Mira qué curioso verte por aquí, maldito petulante-le esgrimió con una mirada furtiva. El mayor sonrió con emoción y alegría cual niño pequeño.
-Como extrañaba nuestros poemas de amor, maridito mío-casi fue ronroneándole por las orejas al rubio que no dudo en darle un codazo.
-Me dejas abandonado como por dos años...de hecho estamos completamente divorciados-le aclaro el rubio siguiéndole el juego.
-Podría volver a conquistar a mi agraciada Hada Rusa cuando me lo proponga-le guiño con coquetería antes de pasar su brazo por los hombros del menor, Yuri suspiro con alivio ante aquel contacto, sus hombros se destensaron con rapidez, ninguno dijo nada, solo se mantuvieron así por un momento, contemplando el panorama del parque de invierno, se veía hermoso, con aquella helada belleza que podía atrapar a cualquier corazón.
-Realmente ha pasado mucho de la última vez que nos vimos, ¿Verdad...?-musito con una baja y enronquecida voz el mayor, con un deje de nostalgia impregnado en sus palabras, Yuri sonrió con tristeza, era algo obvio, se llevaban 4 años de diferencia.
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Errores.
FanfictionEsto es una pauta de como un par de tontos en celo pueden terminar contando su propia historia de amor. Yuuri Katsuki (α) x Yuri Plisetsky (Ω)