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Nota:
Bueno, logre actualizarlo, realmente no puedo disculparme mucho por la demora, la universidad anda un poco complicadita y realmente quiero pasar este semestre sin sustos, aun así les comparto esta actualización gente bella y les agradezco todo el lindo apoyo que he recibido, cada review y estrellita me emocionan, por cierto dejo el link del grupo personal en el que subiré mis actualizaciones y de vez en cuando algún meme referente a ello, así que están bienvenidas si desean ingresar, saludos a todas.
Nombre: FANFICS NRCH.
Abrió los parpados temblorosamente, ahogando un grito contra la mascarilla en su rostro, cada fibra de su cuerpo quería ser liberada, y el palpitar de su cabeza se intensifico, haciendo que se retorciera entre sacudidas contra la camilla.
Y todo su mundo se resquebrajaba, un suspiro a la vez, lento, y dolorosamente agonizante.
-¡Es por la contusión cerebral, necesitamos sedantes!-grito la paramédico a su lado, gimió con miedo, viendo las luces destellar contra sus pupilas, sin saber cómo había llegado allí, y dejo que el pavor consumiera cada parte de él, ¿A qué punto había sometido su cuerpo?
Sus parpados se fueron cerrando lentamente, presa de la medicación, aun sintiendo aquella vaga sensación de vacío dentro de sí, y aquel miedo a la soledad que palpitaba entre sus poros, se permitió sollozar débilmente, porque tenía miedo...antes de sentir un cálido roce entre sus dedos, unas manos mansas que sostenían las suyas, con cuidado, firmeza y...amor.
-Yuri, estoy aquí, estoy aquí-repitió una y otra vez una tenue voz, una que podía transmitir la calma que le faltaba a su alma, no pudo regresar la mirada por mucho tiempo, pero pudo ver el fino lazo que formaban sus manos, juntas, delineadas las unas contra las otras, como si nacieran para estar siempre unidas. Y pudo irse en la inconciencia, sintiendo que era protegido por quien debido estar ahí siempre.
*
Un gorgoteo de llanto broto desde lo más profundo de su alma, ¿Por qué su mamá ya no podía ir a casa con él? ¿Por qué ya no podía despegarse de aquella cama...? ¿Por qué cada día que se despedía lo hacía como si fuera a ser la última vez?
-Mi amor, debes ir con el abuelo, todo estará bien, lo prometo-susurro con cándida voz, dejando que su mano acariciara las ojos llorosos de su niño, pero el pequeño rubio apenas y podía contener las lágrimas, ahogando pequeños sollozos contra su costado, apretando sus finos dedos a la ropa de mamá.
-Pero quiero estar contigo...-gimió con recelo, frotando su cabeza suavemente contra el borde de la cama, ya no quería despegarse de ahí, había pasado las vacaciones enteras prostrado a lado de ella, sin hacer cuestionamientos en voz alta, porque no quería que ella lo mirara triste y llorara, ya no quería verla así, no por su culpa.
-Mi pequeño Yuri, debes hacerlo...mañana comenzaras clases y no has podido prepararte adecuadamente, por favor, hazlo por mí, ¿Si?-pidió débilmente, acariciando las finas hebras del menor.
