El Latido de Gaia
Informe periodístico..................
Se calcula que las hormigas de la tierra
Pesan lo mismo que la humanidad si desaparecieran, se produciría un fenómeno ligado a la extinción mucho más dramático que el meteorito que acabo con los dinosaurios, en cambio sí se extinguiera la especie humana, en términos ecológicos no pasaría absolutamente nada las personas no aportamos nada a los ecosistemas solo gastamos somos los más grandes consumidores y sin embargo nadie nos consume ¿o sí? Gaia
Mago de oz
Capitulo I
Egipto, 1922.
Odiaba transpirar, odiaba esa sensación de húmeda incomodidad que le hacía añorar el viento de su fría ciudad en Inglaterra. Pero si algo le desesperaba era ese barrillo que se formaba en su piel al añadir polvo a aquellas detestables gotas de sudor. Llevaba cerca de cinco años arañándole a la Tierra vestigios del pasado sin éxito, robándole al desierto capas de polvo, misterio y arena -toneladas de arena-...Howard Carter había dedicado más de media vida al descubrimiento y conservación de tesoros y tumbas reales en Egipto. Pero una idea fija le hacía seguir en su empeño de no tirar la toalla. Estaba convencido que la tumba del faraón adolescente yacía en aquél valle -El Valle de los Reyes-.Fue aquella mañana del veintidós de noviembre cuando por fin la Tierra decidió premiar el esfuerzo de Carter y dejó entrever una entrada semiderruida dentro de las tripas de aquél desierto milenario. Parecía como si aquél valle hubiera engullido toda prueba de aquella puerta a otra forma de entender la vida, a otra forma de entender la muerte. Tras dos años de duros trabajos para rescatar la tumba de Tutankamón de su cárcel de arena, por fin pudieron robarle a la Tierra el fabuloso tesoro que escondía en su interior. Los tesoros que yacían en aquella tumba eran de una magnificencia realmente fuera de lo humano. A la multitud de piedras preciosas, joyas y utensilios de fina cerámica, había que añadir más oro del que cualquier mortal pudiera imaginar junto. El resplandor que producía el reflejo de aquél codiciado metal era similar al tinte de luz con el que baña el sol a cualquier amanecer en el valle. Y sin embargo, el momento más emocionante y remunerador tendría que venir dos años después, el 3 de febrero de 1924, cuando Carter y su cuadrilla finalmente abrieron la puerta en la última cámara, la dedicada a la tumba del faraón especialmente. Un grito de admiración escapó de la garganta en los pocos presentes. Estaban ante un masivo ataúd de granito de más de nueve pies de largo. Dentro del ataúd había otros tres más pequeños que a su vez se fijaban uno en el otro con pasmosa precisión. Los dos exteriores hechos de madera con incrustaciones de oro y piedras preciosas en la parte interna. Y el tercero y último conteniendo los restos del Faraón adolescente hecho de oro sólido. Allí estaba el cuerpo momificado del faraón Tutankamón. Su rostro cubierto con una máscara que semejaba sus facciones aniñadas y también de sólido oro. Carter y sus obreros no constituían los primeros violadores de la tumba. A las claras se veía que, ladrones del Valle de los Reyes habían penetrado en ella. Aun cuando ninguno de ellos se atrevió a tocar el ataúd real. Los sellos en las puertas habían sido rotos y arreglados nuevamente por los guardianes. Tutankamón fue violado en su descanso eterno por Carter. Estos históricos y maravillosos descubrimientos atrajeron la atención internacional en el acto. Cientos y miles de turistas llegaron al Valle de los Reyes desde todos los ámbitos del mundo. Caminaban por el polvo del desierto excavando, pateando y apartando cuanta piedra había en su camino con la esperanza de encontrar algún objeto precioso perdido. Eso hacía que Carter tuviera que mantener continua vigilancia veinticuatro horas al día sobre su descubrimiento. Pero aún más que los tesoros había algo que atraía la morbosidad de la multitud. Se corría entre los egipcios una leyenda. Se decía que todo aquél que violara la tumba del faraón Tutankamón encontraría la muerte por su profanación. Una maldición ancestral, mítica y horrenda que escapaba de las gélidas paredes de la tumba subterránea y que detenía a todo aquél que se acercara a ella con la excepción de Carter y su equipo. Pero alguien sí consiguió infiltrarse en el equipo de Howard: un taciturno y misterioso hombre llamado Otto Rahn -un alemán perteneciente a una oscura sociedad secreta llamada <<La sociedad de Thule>>-. Rahn había conseguido burlar la seguridad que rodeaba la tumba y, lejos de la mirada curiosa del resto de la expedición, encontró un medallón en forma de pirámide con un sello que acariciaba con aire ausente mientras miraba a través de la ventanilla del avión que debía devolverle a Alemania. Otto Rahn sonreía...
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Universidad de Emery (Atlanta), 2010.
Anthony Dexter no podía dar crédito a lo que le indicaba su equipo en el observatorio astrológico de la universidad de Emery. Parecía imposible, pero tras comprobar los datos por tres veces consecutivas no cabía ninguna duda: un meteorito había cambiado el rumbo y estaba en la órbita terrestre, y no tardaría mucho tiempo en impactar contra la tierra.
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Cerro del Aristarco (Argentina).
Rafael Santa Cruz estaba acostumbrado a las leyendas acerca de misteriosas luces que desde años sobrevolaban la montaña que estaba a pocos kilómetros de su humilde granja. El Aristarco es muy conocido actualmente por las prácticas esotéricas frecuentes y, en décadas pasadas por los avisajes OVNI referidos por locales y turistas.
En enero de 1986 el gobierno local difundió fotografías y artículos sobre una zona del Cerro <<El Pajarillo>>, donde la vegetación resultó quemada, sosteniendo, en base a testimonios, que un OVNI lo había provocado. Desde la década de 1950, existe el mito de que una ciudad subterránea yace sobre el Cerro y alrededores. Un grupo de profesionales y místicos de La Plata exploraron la zona extensivamente, entre ellos el fallecido antropólogo Guillermo Terrera, en pos de esta ciudad subterránea.
En los años 80 periódicos sensacionalistas como <<9diario>> y otros medios crearon la mitología extraterrestre. Sin embargo, luces anómalas han sido observadas por testigos cualificados (aviadores, geólogos, ingenieros, físicos) en más de una oportunidad. Sin embargo a partir de 1993 las noticias de avistamientos parecían haber disminuido ostensiblemente. Pero esa noche algo inusual sucedió. Junto a las ya conocidas luces que sobrevolaban con dirección incierta los alrededores, la vieja radio que dormitaba en su mesilla de noche cobró vida y empezó a escupir lamentos en forma de noticias...
<<Se calcula que las hormigas del planeta pesan lo mismo que la humanidad. Si desaparecieran se produciría un fenómeno ligado a la extinción mucho más dramático que el meteorito que acabó con los dinosaurios. En cambio, si se extinguiera la especie humana, en términos ecológicos no pasaría absolutamente nada. Las personas no aportamos ya nada a los ecosistemas. Sólo gastamos, somos los más grandes consumidores, y, sin embargo, nadie nos consume. ¿O sí...?>> Santa Cruz asustado salió a la mañana siguiente y comprobó, con sorpresa, que el suelo estaba totalmente quemado, dibujando una enorme pirámide con un símbolo.
Se calcula que las hormigas de la Tierra pesan lo mismo que la humanidad. Sí desaparecieran, se produciría un fenómeno ligado a la extinción mucho más dramático que el meteorito que acabó con los dinosaurios. En cambio, si se extinguiera la especie humana, en términos ecológicos no pasaría nada. Las personas no aportamos ya nada a los ecosistemas, sólo gastamos.
Somos los más grandes consumidores y, sin embargo, nadie nos consume. ¿O sí? Es el latido de la vida, es el latido de Gaia.
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Hijos De Gaia ( Wattys 2018)
AcakDesde el principio de los tiempos, Los ríos han sido las arterias que transportan vida... Las montañas y la tierra fueron mi piel... Los Bosques y la Selva mi pelaje... Todo estaba en permanente armonía... Hasta que apareció el ser más cruel y capri...