Suena el son de una canción sueño sin temer algo nuevo alrededor me inunda en su placer y me rompe en dos .
Me cuenta la historia del mundo y detrás me anuda en su lecho despide al mortal .
Cumple mis deseos y mi voluntad está a punto de arder .
Prefiero ocultar la persona que fui cuando más le pido más puedo exigir.
Me atrapa en su mundo no quiero escapar de este sueño y sentir su mal .
No quiero olvidar que es el dejarme atrapar sin dudar no quiero olvidar y perder llegar hasta aquí y volver .
Me quedo en silencio escuchando su voz mi sueño es eterno ya no sé quién soy escucho un sonido tan dulce que apenas puedo respirar.
Recuerdo que el día acababa y no se sutil melodía me atrapa otra vez no puedo escapar debo estar a su lado y volver a sentir su mal.
No quiero olvidar que es el dejarme atrapar sin dudar no quiero olvidar y perder llegar hasta aquí y volver .
No quiero ya dejar de soñar no puedo ya olvidar la verdad quedarme con el llegar hasta al fin y volver.
El violín del diablo sonaba del mal canciones ocultas desde el más allá.
No quiero olvidar y perder llegar hasta aquí y volver como pude olvidar como puedo volver y soñar.
Capitulo VIII
Una tarde, mientras Rafael se disponía a abandonar la comisaría, escuchó el sonido de un violín. Parecía que llorase. Al dirigir sus pasos hacia el origen de aquella lastimera melodía, ante su sorpresa se encontró con Suburbia en uno de los cuartos de declaraciones tocando un andrajoso violín.
- ¿Te gusta?- preguntó divertida.
-Es... raro.- contestó el policía.
-Este violín tiene una vieja historia, y aunque no te lo creas, en el mundo real, es decir en tu mundo, hay más de una cosa inexplicable...
Cuenta así la leyenda que, en una noche de 1713 un profesional del violín, Giuseppe Martini, obsesionado con la composición perfecta, tuvo un sueño con el Diablo. En él, el diablo se le aparecía con un atuendo hermoso y perfecto, proponiéndole un pacto. Le otorgaría un violín con el cual tocaría la melodía perfecta pero a cambio Giuseppe le ofrecería su alma. Giuseppe, ansioso y cegado por su ambición aceptó el pacto sin pensárselo dos veces. Entonces el diablo empezó a tocar una melodía fascinante. ¡Gloriosa! con tal destreza y facilidad, que dejó al músico impresionado al oír una composición tan perfecta y hermosa de tal ser tan horrendo y malicioso según decían, porque él, lo que veía, era un hombre de una belleza deslumbrante que disfrutaba tocando el violín, del cual salía una melodía plácida y pacífica. Si así era el demonio, ¿cómo serían los ángeles? Parecía más bien un ángel. Al día siguiente al despertar recordó perfectamente tal melodía y empezó a escribirla con tal habilidad que no daba crédito a lo que experimentaba. Cuando terminó de completar la sonata se dio cuenta de que había un nuevo objeto en su habitación. Se trataba de un violín precioso, violín color caoba que destellaba. Era como si el violín le hipnotizara, tenía algo que le hechizaba, algo mágico. Entonces cogió el violín y se dispuso a tocar, y tocó una y otra vez la sonata hasta que llegó la noche. Pero algo pasaba, no salía como él deseaba, como la había oído tocar. No paró de tocar en todo el día, olvidándose así de sus obligaciones. Pero no era igual, no transmitía la belleza y bondad que transmitió el Diablo tocándola. Al final Giuseppe enloqueció y se suicidó al verse imposibilitado de repetir la sonata. El violín que le dio el Diablo fue heredado por los familiares de Giuseppe, y pasó de mano en mano. Aún sigue existiendo y circulando por algún lugar de este mundo. Incluso hay quien dice que si el violín cae en manos de un joven músico, el Diablo se presentará ante él para ofrecerle el mismo pacto que a Martini. Giuseppe tituló esta sonata -El Trino del Diablo-.
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Hijos De Gaia ( Wattys 2018)
De TodoDesde el principio de los tiempos, Los ríos han sido las arterias que transportan vida... Las montañas y la tierra fueron mi piel... Los Bosques y la Selva mi pelaje... Todo estaba en permanente armonía... Hasta que apareció el ser más cruel y capri...