Severus intento leer nuevamente el párrafo, pero al llegan al punto final volvía a no tener idea de que trataba. Suspiro pesadamente y se froto los ojos. Intento alejar todas las cosas que llenaban su mente, intentando concentrase, pero cierto chico nuevo vino a su mente. ¿Por qué no podía sacarle a Granger de su mente? El chico le causaba una gran curiosidad, pero se negaba a admitirlo en voz alta. Y, a decir verdad, tenía ganas de charlar con él, pero no pensaba ser simpático con él, ni mucho menos. Él era Severus Snape; era menos simpático que los tiburones.
Severus repaso las palabras con la vista otra vez, captando solo algunas tantas. Maldijo en voz baja, preguntándose por qué razón la historia mágica era tan aburrida.
—¿Ocupado, Sevie?—cuestiono una voz, sentándose a su lado de improviso—.
Severus se sobresaltó al escucharlo tan cerca, y su libro termino a un metro de él.
—Granger—gruño el chico, molesto. Se acercó a recoger su libro, pero Harry lo tomo antes, y se lo dio. Severus ni siquiera le dijo gracias—. ¿Por qué me molestas?
—no lo sé, porque te vez tierno molesto—le contesto Harry con una sonrisa que rozaba lo tonto. Y era verdad. Aquel Severus joven le daba tal ternura que no había podido evitar comunicárselo—.
—¿Tierno?—repitió Snape, frunciendo el ceño a mas no poder—.
—Sí, ya sabes, como un caniche enojado—le dijo Harry, intentando arreglar lo anteriormente dicho. Lo único que le faltaba era que Snape que pensara que le gustaba... aunque claro que le gustaba, y mucho, pero eso es tema aparte—.
Severus gruño con la cara roja y se levantó.
—¡Espera! No te vayas—le pidió Potter—.
—¿Por qué me molestas, Granger?—volvió a cuestionar Snape, ahora en tono cansado. ¿Acaso no era suficiente que lo molestaran James y Sirius como para que Granger se les sumara?—.
—No lo sé, pareces ser alguien interesante—dijo Harry, encogiéndose de hombros, buscando alguna forma normal de explicarle a Severus por que le hacía ilusión verle—.
—¿Interesante? ¿Cómo?—cuestiono Severus, frunciendo el ceño—.
—Pareces la clase de persona que tiene algo que decir—dijo Harry, y era verdad. Parecía que Snape siempre guardaba un secreto muy importante y genial, algo que todos quieren oír—.
—¿Y qué crees que tengo para decir, Granger?—cuestiono Snape, mirándolo con una ceja enarcada—.
—No lo sé, dímelo tu—dijo Harry, mirándole directamente a los ojos con aire desafiante—.
Snape le sostuvo la mirada a Granger durante unos segundos, sintiéndose completamente desnudo ante la mirada del ojiverde. El calor le cubrió la cara, y el aparto la mirada.
—tengo que irme. Tengo que estudiar—dijo Snape en tono tan firme como de costumbre y se alejó en largos pasos mientras sus rodillas temblaban—.
Harry lo observo marchar y suspiro. ¿Acaso estaba predestinado a que Snape lo odiara completamente?
—Oye, Granger, creo que debemos hablar—dijo alguien, plantándose delante de él, y James Potter le sonrio con aire arrogante. Poco pasos más atrás estaba Sirius con gesto serio.
—¿Qué es lo que quieres, Potter?—cuestiono Harry, bufando. Realmente se preguntaba como ese idiota que insistía en llamarse James Potter podía ser el mismo que había hecho todas las buenas cosas que le habían dicho a lo largo de los años que su padre había hecho—.
—Solo quiero hacer unas preguntas. Venimos en son de paz—le aseguro James, levantando ambas manos en señal de rendición—.
—Entonces pregunta, y luego vete—le espeto Harry, cruzándose de brazos—.
—calma, no es necesario que te pongas rudo. Solo quería saber el porque te interesa tanto Snape. Es un clasista, arrogante, y todo el mundo sabe que planea unirse a los mortifagos. No pinta nada con un miembro de la familia Dumbledore—dijo James en tono calmado—.
—Se dice demasiado de las personas. El truco es identificar que es cierto y que es dicho por pura envidia—contesto Potter en tono mordaz. Sabía que todo lo que acababa de decir James era verdad, pero sabiendo otras de las cosas que hizo Snape, recordar esas parecía casi una falta de respeto—. El me parece la única persona interesante de por aquí ¿algún problema?
—Vale, no te alteres—dijo James, riendo—. ¿Es que acaso te gusta o qué?—cuestiono, más que nada en broma, pero Harry no contesto. En ese momento Sirius lo miro con cara de pocos amigos—. ¿Me lo dices en serio? ¿Te gusta Quejicus?—cuestiono James, carcajeándose. Ni Harry ni Sirius se reían—.
—James, creo que es hora de irnos. El chico ya te respondió—espeto Sirius, molesto, intentando tirar a James lejos de allí—.
—vamos, Sirius, ¿no puedes dejar que me divierta un poco?—dijo Potter, riendo—. Yo solo quiero saber cómo es posible que le guste Quejicus. ¿Tú no tienes curiosidad de cómo puede gustarle alguien así?—cuestiono James, riendo, y Sirius hizo una mueca molesta que hizo que Harry se preguntara en que pensaba su futuro padrino—.
—Mira, Potter, que sea capaz de ser amable con él no quiere decir que me guste—dijo Harry, poniendo los ojos en blanco con molestia. Luego se levantó y se sacudió el pasto de la ropa—. Se llaman buenos modales.
—Vamos, Granger, no te molestes—dijo James, sonriendo, aunque quería golpear a Harry—.
—Vamos, Potter, no me molestes—le espeto Harry, alejándose de ambos chicos—.
—¿le gusta Quejicus? Eso sí es escalofriante, ¿no lo crees, canuto?—cuestiono James, riendo, y Sirius mascullo una respuesta sin sentido. Lo único que le faltaba. Un nuevo chico intentando conquistar a Snape—.
Black gruño y comenzó a alejarse, y James lo siguió, preguntándose qué mosca le había picado.
. . .
—¿Algún interés particular por el señor Snape?—cuestiono Dumbledore como quien no quiere la cosa, mientras terminaba de ajustar un giratiempos que había modificado levemente—.
—¿En Snape? Para nada—balbuceo Harry, obvio como una ostra—. ¿Por qué lo pregunta, profesor?
—oh, por nada muchacho, solo que te he visto cerca de el muchas veces estos días—dijo el profesor, sonriente—.
—Es que... en mi presente lo conozco, y es realmente divertido poder tontearlo. En mi presente es un hombre un tanto... imponente ¿sabe?—comento Harry, intentando no balbucear y no decir que Snape era completamente impresionante—.
—oh, eso es genial, pues el señor Snape necesita clases particulares de pociones, y siendo usted tan diestro en esta materia, y además ayudante del profesor Slughorn, quizá podrías ayudarle.
—¿Snape necesita clases de pociones? Eso es imposible—dijo Harry, muy seguro. Un mundo en el que Snape era malo en pociones era un mundo en el cual Harry no quería vivir—.
—El señor Snape necesita una ayudita, y no dudo que usted sea capaz de brindársela, señor Potter—aseguro Dumbledore sin mirarle, con la mirada fija en el giratiempos—. ¿o acaso supone un problema para usted?
Harry dudo. La simple idea de que el pudiera enseñarle algo que no supiera a Snape sobre pociones era irrisoria. ¿Cómo podría ser que Snape no fuera el amo de las pocione?
—Vale—acepto Potter, casi con pesar. Le ponía nervioso la simple idea de hacerlo, pero a la vez lo ilusionaba el tener oportunidad de pasar tiempo a solas con Snape, donde este no pudiera escapar de él—.
—muy bien. Entonces vea al señor Snape el viernes a las siete de la tarde, en el aula de pociones—le comunico Dumbledore con una sonrisilla al ver lo nervioso que se ponía Potter—.
![](https://img.wattpad.com/cover/90658762-288-k196916.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un Viaje Al Pasado Con Harry... ¿Granger?
FanfictionLuego de un extraño accidente con un pensadero, una varita y un recuerdo doloroso, Harry termina en el pasado, en la época en que sus padres iban a quinto año. Alli se ve obligado a mentir sobre su identidad mientras intenta volver a su tiempo, per...