Epilogo

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Harry descansaba entre los brazos de Severus, como tantas otras noches, pero aquella no podía conciliar el sueño.

Sentía los brazos de Severus rodeándolo y apretándolo contra el pecho del profesor, y sentía el calor del pecho desnudo de Snape contra su espalda, también desnuda. Sentía la pierna de Severus que descansaba cómodamente sobre las suyas, envolviendo aún más a Harry. También sentía la respiración de Severus en su nuca, haciéndole cosquillas cada vez que este respiraba. Escuchaba como Severus balbuceaba palabras sin sentido entre sueños, y unas cuantas veces esas palabras fueron su nombre.

Pero ninguna de estas cosas es la que mantenía al salvador del mundo mágico despierto, claro que no.

Harry seguía despierto porque estaba observando su mano. Más concretamente, el anillo que había en ella, aquel que Severus había utilizado para pedirle matrimonio.

"Si dices que no, seguirá siendo un genial regalo de aniversario" le había dicho Severus, sonriendo con nerviosismo, mientras esperaba la respuesta de Potter.

El anillo no era nada ostentoso ni repleto de joyas. Era un anillo de oro blanco entrelazado, con tres pequeños rubíes reluciendo en él. En su interior tenia grabadas las palabras "Smape". Snape tenía uno a juego que decía "Granger". A Harry le había ablandado el corazón ver esa referencia a su pasado juntos.

"Ni siquiera he cumplido 20 años" le había dicho Harry al ver el hermoso anillo.

"¿Para qué esperar?" le había preguntado Severus. "Ya he esperado 22 años, y si ese no es tiempo suficiente para demostrarte que te amare eternamente, no sé qué lo sea".

"Ni siquiera he terminado mi primer año en la academia de aurores" le había dicho Harry.

"lo sé".

"Apenas tengo tiempo para verte, y tendré mucho menos cuando comience a ser auror".

"lo sé" había vuelto a contestas Snape.

"y es un trabajo peligroso, podría resultar herido, o...".

"lo sé" lo había interrumpido Snape, dejándole claro que él ya sabía todo eso, y posiblemente miles de cosas más que Harry podría poner como obstáculos. "se todo eso. La cuestión es si dejaras que eso haga que tu respuesta sea un no".

Harry le había sonreído y le había abrazado por el cuello con delicadeza. "mi respuesta nunca podría ser un no" le había asegurado Potter antes de besarlo. Se habían besado durante largo rato, dejando que aquel gesto expresara todo lo que ninguno de los dos podía expresar con palabras.

Severus lo había cargado hasta su habitación y, con extrema dulzura, le había hecho el amor, pues sus cuerpos parecían comunicarse entre sí de una manera en la que sus bocas eran incapaces.

Y allí estaban ahora, horas después. Harry seguía despierto, mirando su anillo, y de vez en cuando también le echaba una ojeada al de Severus, viendo cómo eran iguales pero a la vez parecían completamente diferentes.

Potter aun no podía creerse que se fueran a casar. Es decir, lo había esperado a la larga, claro. Llevaban saliendo más de dos años, más si contaban aquellos meses perdidos hace tantos años. Harry había esperado que para cuando eso pasara el ya fuera un auror con varios años de ejercer la profesión, imaginaba que ya se habría mudado con Snape y no viviría en un departamento en Londres, yendo a visitar al profesor solo los fines de semana y ocasionalmente entre semana, cuando no podía aguantar un minuto más sin verlo. Había esperado que para aquel entonces tendría más de veinticinco y estaría listo para saber que estaría atado a una persona por el resto de su vida, a la persona que más amaba en el mundo. Había esperado muchísimas cosas, menos que Severus se lo pidiera allí, ahora.

No estaba listo para casarse con Severus ahora ¿o sí?

No estaba listo para despertar junto al hombre todos los días.

No estaba listo para dejar su apartamento en Londres.

No estaba listo para conocer cada una de las manías internas de Severus, ni para que el conociera las suyas.

No estaba listo para las peleas rutinarias por idioteces.

No estaba listo para ser el "Señor de Snape".

¿O sí?

—Duerme ya—le susurro Severus en tono adormilado—.

—¿Cómo sabias que estaba despierto?—cuestiono Harry en tono ronco—.

—¿Aun no lo comprendes, Potter? Yo lo es todo—aseguro el profesor, y cuando Harry se dio vuelta para verle, le sonrio—.

Harry le devolvió la sonrisa.

Claro que estaba listo.

Estaba listo para despertar entre los brazos de Severus cada mañana.

Estaba listo para dejar su departamento en Londres. Joder, el odiaba ese departamento.

Estaba listo para conocer cada manía de Severus; ya las conocía todas, y estaba seguro de que Severus conocía las suyas.

Estaba listo para las ridículas disputas y las fabulosas reconciliaciones.

Estaba listo para ser el Señor de Snape.

—¿Por qué sigues despierto?—le pregunto Severus, acomodándole un mechón de cabello rebelde—.

—Estaba pensando—le confeso Harry a Severus—.

—oh, oh, ¿ya has recapacitado tu respuesta? ¿Tan rápido?

Harry se rio.

—Claro que no. Estaba pensando sobre que 22 años son mucho tiempo—le dijo Potter—.

—Verdaderamente mucho tiempo cuando lo pasas separado de la persona que amas—le dijo Severus, sonriéndole nuevamente, y lo beso con dulzura—.

—¿Me amaste durante esos 22 años?—le pregunto Harry, aunque ya conocía la respuesta; le había preguntado aquello decenas de veces—.

—Cada segundo de ellos—le aseguro Severus, sonriéndole casi con adoración—, y te amare los siguientes 22 años—prometió—.

Harry también sonrio y abrazo al hombre.

—Tendrás que darme algo a cambio de eso—le dijo Harry, sonriéndole de forma burlona—.

—¿Y qué quieres a cambio de mi amor?—cuestiono Severus, enarcando una ceja—.

—Hazme el amor—le dijo Harry, repitiendo el pedido que Severus le había hecho tantos años atrás—.

El hombre le sonrio.

—Ni siquiera tienes que pedirlo—le dijo Severus antes de besarle—.

Severus se posiciono sobre Harry, apoyándose sobre sus codos para no aplastar al chico. Beso sus labios, su mandíbula, su cuello y el lóbulo de su oreja, consiguiendo que Potter se estremeciera con cada roce de sus labios.

—Te amo. Lo he hecho durante más de 20 años, y lo hare para siempre—le susurro Severus, para luego volver a lamer el lóbulo de su oreja—.

—¿Para siempre?—jadeo Harry—. ¿Lo juras?

—Lo juro—le dijo Severus antes de volver a besarlo—.

Un Viaje Al Pasado Con Harry... ¿Granger?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora