Capitulo 8

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En cuanto entro en razón Harry se aclaró la garganta, haciendo notar su presencia, y Black se separó casi de un salto de Snape. Este se aferró a la pared para no caer al suelo.

—Granger...—gruño Sirius, sin saber bien dónde meterse. Por un lado quería despedazar a Harry por interrumpir el beso que tanto tiempo había anhelado sin saber; por el otro, tenía ganas de correr tan rápido como le dieras su piernas pues ¡ACABABA DE BESAR A SEVERUS SNAPE! Solo esperaba que Snape reaccionara bien—.

—Solo venía a ver que Severus estuviera bien, y a mí me parece que está más que bien—en el tono de Harry no había ni pizca de gracia, y se negaba a mirar a Snape—. Ya me voy.

Snape no hizo nada para detenerlo. Después de todo Granger había estado besándose con la estúpida leona rubia más temprano; después de todo ellos dos eran solo amigos. Se negó a mirar a Harry mientras se alejaba.

Cuando creyó que Potter estaría lo suficientemente lejos para no escuchar lo que dijera, se volvió hacia Black, quien parecía un cachorrito asustado.

—Snape...—comenzó a decir Sirius, muy nervioso, pero la serpiente lo interrumpió—.

—No, tu cállate, Black. Me toca hablar a mí—espeto Snape, y mágicamente Sirius se quedó callado—. ¿Por qué rayos me has besado?—cuestiono frunciendo el ceño, y la respuesta le quedo muy clara cuando Black esquivo su mirada—. ¿Acaso yo te gusto? ¿Es eso?—Snape se rio de forma cruel—. ¿En serio pensaste que tu podrías gustarme, Black? Llevas cinco malditos años haciéndome la vida imposible ¿En serio crees que alguna vez podría sentir otra cosa que desprecio hacia ti, Black?—las palabras de Snape hirieron profundamente a Black, pero este no dijo nada—. En ese caso, eres más idiota de lo que pensé. Tu no me gustas, nunca lo hiciste y nunca lo harás.

Black se dio vuelta, dándole la espalda a Snape. Comenzó a alejarse y sin preocuparse por nada se convirtió en un perro a mitad de un paso y comenzó a correr furiosamente.

Severus se deslizo por la pared hasta volver a quedar sentado en el húmedo suelo, y miro su botella de whisky de fuego. Comenzó a destaparla para tomar, pero se arrepintió. La cerro nuevamente, y en un ataque de ira y desesperación la tiro contra la pared, haciendo la botella añicos. Enterró su cara entre sus manos y grito con desesperación. ¿En qué momento había sido tan estúpido como para dejar que Granger fuera importante para él?

Por otro lado, Sirius corría tan rápido como le daban las patas hacia el castillo, y ni siquiera se molestó en cambiar de forma cuando entro al castillo y paso corriendo frente a varios grupos de alumno. Se dirigió directamente a su habitación en la torre de Gryffindor, completamente devastado. Las palabras de Snape aun rondaban su cabeza. "¿En serio crees que alguna vez podría sentir otra cosa que desprecio hacia ti, Black?". La voz de Severus parecía susurrar las crueles palabras en el oído de Black una y otra vez, atormentándolo. ¿En qué momento había sido tan estúpido como para dejar que Snape fuera importante para él?

Sirius se hizo una bola en su cama, aun convertido en perro, y alguien se acercó a él. Vio a un somnoliento Lupin caminar por la habitación casi a oscuras.

—¿Sirius? ¿Qué sucede?—Remus se sentó en el borde de la cama de Black y acaricio su pelaje mientras el chico volvía a convertirse lentamente en humano—.

—Todo ha salido mal—le dijo Sirius, acurrucándose contra él. En ese momento le importaba una mierda que el fuera Sirius Black; le acababan de romper el corazón y necesitaba que lo consolaran—.

—¿Qué ha salido mal?—cuestiono el hombre lobo, acariciando la espalda de su amigo, intentando entender—.

—Mientras cenábamos... vi que Granger buscaba a Snape y no lo encontraba. No sé por qué, pero decidí buscarlo yo también. Lo busque utilizando mi olfato, y lo encontré en Hogsmeade—explico Sirius, hipando—. No sé por qué, pero me enfurecí con él. Me enfrenté a él, y le dije que pelearíamos puño a puño; ya sabes, como los Muggles. Lo obligue a levantarse del suelo y el casi cae, pero lo atrape. Estaba tan cerca de mí que... no pude contenerme, Remus, y lo bese—dijo Sirius en un susurro—.

—¿Lo besaste?—exclamo Lupin, demasiado fuerte, y Black agradeció que no hubiera nadie a parte de ellos en la habitación—.

—Sí, idiota, lo beso. Y baja la voz—le pidió Sirius—. Pero esa no es la peor parte.

—¿Qué paso? ¿Te rechazo?—cuestiono Remus, preocupado por su mejor amigos—.

—peor. El... me dijo que nunca sentiría otra cosa además de odio por mí, Remus—gimoteo Sirius, escondiendo la cara en el regazo de Lupin—.

Remus consoló a su amigo, sabiendo que eso afectaría mucho a Sirius. Aunque no lo pareciera el chico era de lo más susceptible, y aquella fue la primera vez que se enamoró. Luego de un rechazo tan contundente y duro ¿Qué pasaría con Sirius?

En otro lugar es encontraba Harry Potter, entrando a su habitación. Se dejo caer en su cama de inmediato, con tal nudo en la garganta que apenas podía tragar saliva.

Había visto a Snape y a Black besarse. ¡Besarse! Quizá por eso se odiaban; quizá habían tenido una relación fallida que había ocasionado que se odiaras... o quizá al estar Harry allí había cambiado sus futuros y ahora terminarías juntos y amándose.

Harry intento sacarse esas ideas de la cabeza porque la simple imagen de Snape besando a Black lo había destruido. ¿Por qué nunca podía hacer las cosas bien? ¿Por qué nunca Snape podía quererlo?

Potter sintió las lágrimas quemarle los ojos y luego deslizarse por sus mejillas. Se acudió a causa de los sollozos reprimidos. Abrazo fuertemente la almohada, y luego grito contra ella, y luego la golpeo hasta quedar sin fuerzas y volvió a dejarse caer en la cama, cansado y dolido.

Abrazo fuertemente la almohada y termino por rendirse al cansancio con el sentimiento constante de derrota abatiéndolo.

. . .

A Harry lo despertó el ruido de uno torpes pasos colándose en su habitación. Se froto como pudo los ojos, intentando enfocar la figura que se acercaba en la oscuridad. Abrazo más su almohada y enterró la cara en ella con desgana. No le importaba quien era el que estaba entrando a su habitación, ni para que lo hacía. Solo sabía que estaba cansado de todo y que quería dormir hasta no recordar sus problemas.

El colchón se hundió cerca de Harry, y alguien le toco el hombro con delicadeza.

—Harry, eh, Harry, despierta—susurro la voz. Harry ladeo la cabeza para ver a quien le pertenecía la tan conocida voz, y se encontró con Severus mirándolo—.

—¿Qué sucede?—cuestiono Harry, con la voz ronca—.

Severus observo el rostro del chico unos segundos. Tenía los ojos rojos e hinchados, y sus mejillas aún seguían húmedas. Su cabello estaba jodidamente despeinado, y eso le daba inmensas ganas a Severus de enredar los dedos en él. Harry aun parecía desorientado por haberse despertado hacia un momento.

—Creo que ya sé que es lo que tengo que decir—dijo Severus, muy seguro, y sonrio—.

Harry le devolvió la sonrisa pues, a pesar de se sentía como la misma mierda, ver sonreír a Severus siempre lo hacía sonreír a él.

—¿Y qué es?—cuestiono—.

—me gustas—susurro Severus, dejando pasmado a Harry—. No, no; es más que eso. Estoy enamorado de ti.

Y luego de la declaración, Severus se inclinó y beso a Harry.

Un Viaje Al Pasado Con Harry... ¿Granger?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora