10. Sólo eres mía (2/2)

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Ya no sabía que más hacer con ella.

Subí a mi habitación tomándola por el brazo, me dolía mucho la mordida, pero no presté atención a eso, estaba muy enojado y cansado.

Mis hombres ya se habían ido, por lo que estaba sólo en la casa con Katherine.

En cuanto entramos a la habitación la dejé en la cama y fui a preparar una ducha, al menos yo no puedo dormir oliendo a vómito.

Una vez que terminé, fui por ella y la encontré llorando en una esquina de la habitación, estaba empezando a agotar mi paciencia.

-Ven -Dije desde la puerta del baño y señalando con mi dedo que se reuniera conmigo.

Ella lo dudo un breve momento pero finalmente me obedeció, entramos al baño, y Katherine no dijo ni hizo nada.

-Quítate la ropa -Ordené.

-¿¡No tienes suficiente!? -me gritó.

Impulsivamente le arranqué la ropa dejándola solamente en su ropa interior, y ella instintivamente se cubrió con sus manos.

-No lo repetiré otra vez, me tienes harto, terminaré de desnudar ahora.

-¿Y si te tengo "harta" por qué no me dejas ir y ya?

Era una buena pregunta, pero evite responderla, la metí a la ducha y comencé a tallarla y enjuagarla, estaba muy molesta, así que obviamente no me dejó asearla bien, pero al menos ya no olía a vómito, y a mi me seguía doliendo mucho la mordida.

Cuando terminé se cubrió con una toalla y salió del baño, aún llorando.

-En el closet está tu pijama, vístete, y más vale que no intentes nada.

Di la vuelta para ir al baño a ducharme y curarme, cuando ella me gritó desde el otro lado de la habitación:

-ERES UN MOUSTRUO.

Y fue cuando llegó al colmo de mí paciencia, voltee a verla muy amenazante.

-¿Eso crees?, me alegra que lo pienses, quiere decir que he logrado mi objetivo -sonreí mucho, pero parece que ya no le da miedo.

-¡Siempre estás manipulando a las personas, nunca piensas en lo que otros sienten, eres una mala persona!

-Lo intento, y es mejor que ya cierres la boca.

-¡No!, apuesto a qué eres horrible, y tienes miedo de no ser aceptado, por eso te escondes tras el maquillaje, eres feo y nadie te quiere, por eso necesitas obligar a alguien a estar a tu lad..

-¡CÁLLATE! -Grité al mismo tiempo que la golpeaba.

Ella cayó sobre la cama envolviéndose en la toalla, y sobándose la cachetada que le había dado.

Una parte de mí me decía que la golpeara, que debía pagar por lo que ha dicho, pero la otra decía que parara, e incluso empezaba a sentir culpa.

Desesperado, me llevé una mano al pelo y le dí la espalda, me empezó a doler aún más la mordida, sentí que me desangraba.

Me tranquilice lo más que pude y volví a verla, no podía evitar el rencor que sentía ante sus palabras, estaba furioso.

-Cuida tus palabras, he sido muy tolerante contigo, pero ya se acabo, vístete y duérmete.

Pude notar miedo en su rostro, pero lo pase por desapercibido y entre al baño a ducharme.

Una vez que terminé me vestí dentro del baño, no tenía maquillaje.

Y me miré en el espejo, era cierto, no era guapo, a quien podría gustarle, cerré los ojos un momento, era el Joker, yo no lloraba, y jamás me había sentido así, siempre me gritaban eso y me daba igual, los mataba, ¿por qué ahora me duele?, ¿Por qué no la puedo matar?

Dejé de pensar en eso, me puse maquillaje otra vez, nadie conocía mi verdadero rostro, y salí para encontrar a Katherine al lado de mí y sentir un duro golpe con un vidrio que quien sabe de donde lo había sacado, lo alcance a esquivar, ya que iba directo a mi cabeza, pero me golpeó en el brazo, y este me sangro, pero no caí al piso.

Ya estaba vestida, la tomé de los brazos y la arroje a la cama, tome la soga con la que antes la había amarrado y la volví a atar.

...

*Narra Katherine*

Después de que me golpeara por decirle sus verdades, se metió al baño a ducharse, me vestí, era un monstruo, yo no podía dejar de llorar, me sentía tan mal por lo que pasó con Josh, y recordé que traía un vaso de vidrio cuando vino conmigo.

Se me ocurrió golpearlo con el vaso, probablemente no podré huir, pero se dará cuenta que ya no quiero estar aquí y tal vez me libere.

Cuando por fin salió, lo golpee como había planeado, y le sangro el brazo, maldición, debía darle en la cabeza. Pude ver que sangraba el lugar en donde le mordí, pero parecía no sentir dolor.

Me volvió a atar, y yo hice todo por liberarme.

-¡Suéltame!- Dije amarrada a la cama, tenía mucho sueño, pero no quería dormir en el cuarto de este psicótico. -Tengo vida, déjame ir.

-No - Dijo él - Ahora eres mía, y no me gusta que alguién más toque mis juguetes.

Tomó de la mesa de noche un bote que parecía de cloroformo, lo rocío en una toallita, me lo puso sobre la boca y nariz.

-Lo siento hermosa, pero ya debes dormir, estoy cansado de que me ataques, así que está noche no harás travesuras, hahahahaha.

No quería dormir me aterraba la idea, pero poco a poco sentí a mis ojos cerrarse, y no pude evitarlo.

Me dormí llorando, amarrada en la cama de este monstruo.

...

Una Sonrisa (Joker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora