Soy...¿su compañero?

Parte 31 Celos

Salté de la cama y le abracé lo más fuerte posible.

W-...Te quiero...

V- Vaya...esto está mejor.

Pasó sus brazos por mi cadera y espalda.

W- Te eché de menos.

V- Yo también chiqui.

Dijo levantando mi barbilla.

L-...¿Gui...lle?...

Me separé de Vegetta nada más oír la voz de Luka.

W- Luka...

L-Al final ha venido eh...

Dijo sonriendo y acariciando mi cabeza.

V- No le toques perro asqueroso.

Dijo a la vez que tiraba de mí bajándome de la cama.

V- No creas que me he olvidado de ti...eres el que se llevó a Willy.

L- ¿Y qué si lo soy?

V- Te mataré antes de que puedas avisar a los demás.

W- Ni se te ocurra.

Me puse delante de él y agarré su brazo.

W- Tenemos que ayudarle.

V-¿Te has vuelto loco o qué?

Sus ojos se habían vuelto violetas y me miraba serio.

W- Él...él es mi amigo...

V- No me jodas. Luka...Ese nombre apareció en el vídeo.

Me tensé cuando mencionó esa palabra.

W- No es lo que crees...

V-...Cállate, ahora no tenemos tiempo. Los demás están abajo. 

Tragué con dificultad y vi como pasaba a mi lado en dirección a la ventana. Esta ya no tenía barrotes.

L- Ahora entiendo menos por qué quieres volver con este tío.

V- ¿Qué?

L- Además de idiota sordo.

V-...¿Quieres que te mate?

L- Ahora se me apetece menos morir, mira tú. Siendo el tipo de persona que eres tendré más oportunidades con Guille.

W-Parad los dos...

V- Escucha, te llevaremos a un lugar seguro, más tarde volveremos y cuando vuelvan a esta habitación...nada más abran la puerta les mataremos. Ahora ven aquí, nos están esperando abajo. 

W-¿Y Luka?

V-...Está bien...levanta perro.

W- No le llames así...

V- BASTANTE TENGO CON AYUDAR AL TÍO QUE SE ACOSTÓ CONTIGO.

W- Pero yo no me acosté con él...

V-No me vengas con excusas, en el vídeo decía que no dejabas de llamarle.

W- Eso es...

V- Déjalo, lo hablaremos más tarde. 

L-...

Agacho la cabeza y me quedo callado a la vez que Vegetta pone en su espalda a Luka. 

V- Ven. Puedo llevaros a los dos. Así será mas rápido.

W-...

Me coge rodeándome con sus brazos, me agarro a su camiseta y saltamos por la ventana.

No me suelta, si no que empieza a correr hasta llegar al muro del jardín.