Soy...¿su compañero?

Parte 36 Felicidad

(La parte 35 es la última que subí, lo escribo porque al parecer hubo una especie de problema y aparecía antes del último aviso, por lo que daba a entender que ya había sido leída. Sin más sigamos)

Dios...mis gemidos salen sin poder evitarlo y meto el segundo, no hay nada de dolor, sólo placer. Es asqueroso. Es asqueroso pensar que esto lo hace la droga de ese maldito... Mis ojos se empañan y caen lágrimas de placer, ni siquiera puedo controlar mi cuerpo.

Paro al momento en el que un portazo se oye.

-¡¡¡¡ESTATE QUIERO JODER!!!!

...Vegetta...

------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡Vegetta!

Menos mal...había vuelto a casa. Como pude me puse de nuevo los pantalones de chándal y vi cómo se humedecían rápidamente, pero no me importó. Fui hasta la puerta apoyándome en la pared y la abrí poco a poco. Los gritos llenaban toda la casa.

V-¡Luzu! ¡Llévatelo al sótano! Se ha descontrolado desde que entramos en la casa...

W- Vege...

--------------------------------------

VEGETTA POV

Habíamos pasado el resto del viaje en silencio. No era uno incómodo, era agradable. Al fin podía oler el miedo de ese cabrón, y eso me llenaba de alegría. Además, cuando llegásemos podría estar de nuevo con mi Willy, por fin, sin interrupciones de por medio.

Lo que quedó del viaje me lo pasé oyendo cómo el infeliz intentaba callar sus gemidos al tener puestas esas cadenas. Música para mis oídos.

Por fin llegamos a la casa, estaba emocionado por ver otra vez a Willy, y como dijo Luzu, no pasaban de las 23:30, perfecto.

Luzu aparcó a un costado de la casa y nos bajamos teniendo cuidado de que no intentase escapar, pero para nuestra sorpresa nada más bajar se abalanzó contra la puerta de entrada. Vale...eso era bastante raro. En el aire...había un olor dulce. Luzu lo cogió de la cadena y Ana abrió la puerta. Lana se acercó a nosotros preocupada, yendo al lado de Luzu. Fue increíble, parecía que una bomba de olor hubiese explotado al hacer eso, olía demasiado bien, no había nada en este mundo que oliese así, era increíble. Intentando ignorar el olor cogí al desgraciado del pelo e intenté llevarlo hasta el sótano, pero se movía demasiado.

  V-¡¡¡¡ESTATE QUIERO JODER!!!!  

Le di una patada en las piernas e hice que cayera al suelo, pero aún así seguía arrastrándose por el suelo hasta la habitación en la que había dejado a Willy...¿de ahí provenía el olor?

V-¡Luzu! ¡Llévalo al sótano! Se ha descontrolado desde que entramos en la casa...

W- Vege...

Giré mi cabeza al oír ese leve susurro y de sólo verlo casi se me puso dura, joder... Estaba apoyado en el marco de la puerta, sólo llevaba los pantalones y estos se escurrían por su cintura. Su cara estaba sonrojada y de sus ojos bajaban pequeñas lágrimas. Sin hablar de su erección... Mordí mi labio y di unos pasos hacia él. Vi cómo Carlos se retorcía bajo el pie de Luzu y me agaché a su lado antes de ir a por Willy.

V- ¿Así que era él lo que tanto querías?...Lástima que ya no lo podrás tocar de nuevo...¿verdad? 

Sonreí con satisfacción al ver su cara de desesperación.

V- Luzu, te lo encargo. Si quieres ir calentando, puedes darle unos cuantos golpes, pero no te pases. Quiero ser yo el primero en romperle los huesos. Además, quiero que llames a las gemelas. Que ellas se encarguen de buscar a ese cabrón y que lo traigan aquí mañana por la tarde. Quiero que sepa que no se ha librado.