No huiré

Parte 11 (B)

- Todas las islas deberían de tener nieve, son las más bellas- Yuuki dijo alegremente mientras observaba el paisaje con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Después de recorrer las ciudad conseguimos las bolsas de práctica y los muñecos. Jean junto a Shachi y Bepo los llevaron al submarino, dejándonos solos a Yuuki y a mi en la isla. Terminamos de recorrer unas últimas tiendas antes de dirigirnos a un bar ubicado en el centro de la ciudad. El bar estaba repleto de personas incluso se podía ver algunos piratas en esta. Nos sentamos en la barra para esperar a que vuelva el resto de la tripulación.

- Dos cervezas- dijo Yuuki dirigiéndose al dueño del bar.

Con un leve movimiento el hombre se dio la vuelta y en solo segundos nos depósito nuestro pedido frente a nosotros. Me apoye en la barra mientras tomaba mi trago, Yuuki por su lado tenía la espalda apoyada en la barra y la mirada hacia el grupo de personas que nos rodeaban. Tarareaba una canción entre dientes mientras bebía tranquilamente su cerveza sin dejar de sonreír. Se veía muy hermosa en esos instantes, pese a tener un abrigo puesto sus largas piernas se podían apreciar por la abertura de este. Su cabello caía con gracia a ambos lados de su cuello y sus ojos brillaban de emoción. Disfrutaba de su compañía, incluso si no estuviésemos manteniendo una conversación sabía que ella me escuchaba y estaba atenta a mis movimientos. Todo en ese momento era perfecto.

- Una linda señorita como tú no debería de estar sola- una voz grave resonó a mi espalda-. Yo podría hacerte compañía – Yuuki ignoró al hombre en cuestión y siguió tarareando-. Estoy seguro de que podríamos divertirnos juntos.

"¿Que demonios acaba de decir? Le llega a poner una mano encima y lo partiré en dos." Yuuki miro en mi dirección por unos segundos, pude notar como contuvo una pequeña risa, como si hubiese sido capaz de escuchar mis pensamientos.

- ¿Acaso eres muda? ¿O simplemente te justa que te rueguen? Te puedo hacer una demostración si lo deseas – su mano se apoyó en el muslo de Yuuki y se deslizó acercándose hacia su pelvis.

En un movimiento veloz y antes de que pudiera asesinar a ese bastardo, Yuuki sacó una pequeña cuchilla que llevaba en su pierna y se la colocó en el cuello al hombre.

- No serán necesarias sus demostraciones. Además le agradecería mucho que saque su asquerosa mano de mi pierna- mantenía su sonrisa pero sus palabras sonaron ásperas.

- ¿Sabes con quien estás hablando? ¿Sabes quien soy?- gritó el hombre enojado.

- Mmmm... no. Y no me interesa. Así que saca tu mano sino quieres que te la saqué yo – depositó su trago en la barra, su mirada se tornó fría en cuanto se volvió para mirarlo.

- Capitán, ¿pasa algo?- dos corpulentos hombres se acercaron a ellos.

- Creo que está prostituta barata necesita una lección –en otro de sus veloces movimientos, la pequeña cuchilla bajo hasta el brazo del Capitan realizando un amplio corte provocando que este diera un salto hacia atrás.

La mano libre sacó la katana y apuntó al Capitan con ella, remarcando aún más la distancia entre ellos. Me dí la vuelta en mi asiento para poder observar mejor la situación: El Capitan se agarraba el brazo ensangrentado mientras los otros dos habían sacado también sus katanas. Ninguno se veía como una amenaza para ella, después de todo era rápida y fuerte.

- No necesitas ayuda por casualidad, no? Me estoy aburriendo acá – dije con una sonrisa.

- No será necesario Capitan, puedo encargarme sola de ellos.

- Eres muy egoísta – hice un pequeño puchero en forma de burla.

- Trafalgar Law, pirata de la peor generación. No sabía que estábamos tratando con un subordinado tuyo – en esta ocasión el hombre se dirigió a mi-. Matarte nos dará más fama – el hombre río tranquilamente.