Parte 11 (A)

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- Retirada!!

- Sí, Capitan.

Un pacifista ya era una amenaza, dos eran una sentencia de muerte. Logramos destruir al primero, pero el segundo apareció detrás de este obligándonos a tener que reagruparnos. Shachi había resultado herido por el láser y Jean lo llevaba en brazos mientras corrían. Bepo y Yuuki huían a la par de Jean, cuando este último recibió un disparo láser en su pierna generando que caiga. Otro disparo se dirigió a ambos, antes de que pudiera ser capaz de hacer algo Yuuki ya había saltado frente a ellos empujándolos lejos y recibiéndolo ella en su lugar. Su katana salió volando por los cielos, ella cayó al suelo mientras su sangre cubría la nieve con rapidez.

- Yuuki!! – todos gritamos a unísono pero ya era demasiado tarde.



Todo a mi alrededor había empezado a desvanecerse mientras una voz me llamaba a lo lejos. Sentía una presión en mis hombros, me sacudían, queriendo volverme a la realidad.

- Trafalgar, despierta – era una voz femenina la que me llamaba con desesperación-... Trafalgar, reacciona.

Abrí los ojos lentamente volviendo en mi, miré lo que me rodeaba, me encontraba en mi estudio. Unos ojos verdes me observaban preocupados, la dueña de esos ojos tenía sus manos en mis hombros. Cuando nuestras miradas se encontraron, suspiró de alivio y se sentó en la silla que se encontraba detrás.

- Me asustaste, no conseguía despertarte.

- Estas viva... – todo había sido un sueño.

- Eh? ¿Cómo dices? – me miraba confundida.

- Nada, no dije nada. ¿Cuánto tiempo llevo dormido?

- Mm.. Dos horas, casi tres – mi cabeza me dolía-. No te quisimos despertar, dormías muy tranquilo... Por lo menos hasta hace unos minutos, en el que empezaste a murmurar, parecía que estuvieras convulsionando...

- Espera, ¿quisimos?

- Bepo vino hace un rato, trajo comida y té. Aunque el té ya se enfrió – se inclinó hacia mi -. ¿Te encuentras bien? Estás pálido.

- No es nada – colocó su mano derecha sobre mi frente y la izquierda sobre la suya.

- Mm ... No tienes fiebre, pero como tú médica substituta te recomiendo que comas algo y descanses. Podemos dejar el entrenamiento para más tarde – se levantó para dirigirse a la puerta, llevaba consigo uno de mis libros de medicina-. Por cierto, llegaremos a la siguiente isla en un par de horas.

Dicho lo último abrió la puerta y se retiró del estudio.

Todavía tenía un sabor agrio de aquella pesadilla, ocurrió tan rápido que no sabía qué hacer. Si Yuuki no me hubiese despertado en ese momento, me hubiera vuelto loco.

"Esta viva, fue solo un sueño."

Agarré un onigiri que se encontraba sobre la mesa, necesitaba relajarme un poco.

Han pasado dos meses desde que Yuuki se unió a la tripulación y desde entonces ha progresado mucho. Todos los días con Jean entrena sus ataques directos, pelea cuerpo a cuerpo. Conmigo en cambio empezó a estudiar medicina luego de un pequeño incidente en una isla. Shachi se había lastimado y ella me pidió que le enseñara primeros auxilios para poder ayudar a sus nakamas en urgencias. Poco después se interesó en saber más y más provocando que yo supervise sus estudios médicos. En una ocasión hace dos semanas mientras hablábamos de su enfermedad y las posibles razones, me presentó su inquietud sobre qué hacer cuando empiece a perder su fuerza nuevamente. Su preocupación estaba justificada ya que no sería tan rápida ni fuerte como ahora, así que iniciamos un entrenamiento con la katana, todos los días luego de terminar con Jean. Por si fuera poco, a la noche, antes de dormir visita a Bepo en la sala de comandos para que este le enseñe de navegación. Se ha metido de lleno en todos los ámbitos posibles.

No huiréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora