Servicios De Su Alteza Real [Death Note (LightxL & NearxMello) Yaoi Fanfic]

Trois

[Narra Nate]

Ya había caído la noche del tercer día en el que trabajamos aquí. El sol se había escondido tras el horizonte, el cielo se había teñido de color negro, y el frío no tardó en inundar los pasillos del castillo real.

Estoy en mi nueva habitación, tumbado en la cama, intentando conciliar el sueño. Qué bien suena, después de tanto tiempo... “mi habitación”. La casa en la que vivíamos había sido embargada por el banco, a nadie le importó que fuéramos dos huérfanos sin hogar. Elle no podía buscar trabajo porque tenía que cuidar de mí. Yo creo que fue por mi culpa por lo que pasamos tanto tiempo en la calle.

Aunque esto también tiene lo suyo. Llevo puesto unos ropajes iguales a los que me habían dado para trabajar. Vaya mierda.

No puedo dormir. Lo que sucedió antes con el príncipe Mihael me quitó el sueño. Mis ojos no se cierran, mi mente no se relaja. Me siento inquieto. Lo único que puedo es dar vueltas por la cama.

La imagen del príncipe Mihael besándome sigue en mi mente.

El príncipe Light acaba de pasar por delante de nosotros, pero no pareció darse cuenta de nuestra presencia. Yo sigo acorralado contra la pared por el príncipe, y tengo miedo de que me haga algo. Sólo llevo tres días aquí, pero desde que me miró de forma pervertida... No puedo, el miedo me invade.

Reacciono cuando siento su aliento sobre mis labios, su mirada es lujuriosa y expresa sus ganas de besarme. Giro la cabeza hacia un lado, asustado, nunca pensé que me encontraría en una situación semejante.

Entonces, ríe. Coloca mis manos sobre mi cabeza, agarrando mis muñecas con una mano, y su mano libre recorre mi rostro. Acaricia mi mejilla, mi pómulo, mi nariz, y llega hasta mis labios. Su tacto hace que le mire. Grave error.

Acaricia mis labios con las yemas de los dedos, mirándome a los ojos. Sus iris azules me distraen durante un segundo, me hipnotizan. Bajo la guardia durante un mísero segundo, y me susurra:

-Je veux que tu sois à moi.

Acto seguido, junta sus labios con los míos en un beso, en mi primer beso. Yo me doy cuenta de lo que está haciendo demasiado tarde, ya que está moviendo sus labios sobre los míos.

Mis mejillas se tiñen de rojo, e intento soltarme del agarre del rubio. Pero es muy fuerte, no puedo liberarme. Lo único que puedo hacer es dejarme llevar... Ni de coña, es exactamente lo que él quiere. Y no lo va a conseguir.

Cuando se separa de mí y me mira a los ojos de nuevo, mis ojos se llenan levemente de lágrimas. He malgastado mi primer beso con él... Con un idiota... Qué desperdicio...

-No... -murmuro-. ¿Por qué?

Mihael me mira, triste, parece decepcionado por mis palabras.

-¿No te ha gustado? -pregunta el rubio, desilusionado.

-No... -repito, no puedo decir otra cosa-. ¡No!

Baja la guardia durante un segundo, y aprovecho para salir corriendo antes de echarme a llorar.

No puedo olvidar el hecho de que le rompí el corazón, tan joven.

Entonces escucho que alguien llama a la puerta de mi nueva habitación. Con miedo, me destapo, y me pongo de pie, sintiendo mis piernas temblar. Me acerco a la puerta con miedo, esperando a que me digan quién llama a estas horas. Hace rato que el reloj del pasillo dio las doce de la madrugada.

No oigo ni una voz, así que me decido por abrir la puerta sin pensarlo. Cuando asomo la cabeza, veo que es el príncipe Light. Qué susto... Pensé que iba a ser el príncipe Mihael.