Servicios De Su Alteza Real [Death Note (LightxL & NearxMello) Yaoi Fanfic]

Trent-deux

[Narra Elle]

¿Q-Qué...?

-¿Hmm?

¿Qué está pasando...?

Abro los ojos con lentitud y dificultad, cosa inútil, ya que no veo absolutamente nada. Está todo oscuro, negro, es como si me hubiera vuelto ciego. No puedo ver nada.

Lo único que puedo notar es que estoy desnudo de cintura para arriba, un escalofrío recorre mi columna vertebral al sentir el frío chocar contra mi piel.

Ahora que lo pienso... ¿Dónde estoy?

-Al fin despiertas, mi amor.

Una vela a mi lado se enciende, después otra y por último una más; gracias a la luz puedo ver quién está a mi lado.

-¿K-Karen?

Nada más verle sonreír, intento retrocedes, pero es imposible, no sé porqué. Miro mis manos, mis muñecas son rodeadas por dos grilletes, los cuales supongo que están atados a la pared pero las cadenas son tan largas que llegan hasta el suelo. Me encuentro tumbado, encadenado, y muerto de frío.

¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué está Karen a mi lado?

¡Nate! ¿Dónde está Nate? ¿Estará aquí también? ¡Quiero verle! ¡No quiero que me arrebaten lo único que me queda!

Esos pensamientos desaparecen de mi mente cuando veo a Karen acercarse a mí. Niego con la cabeza, retrocediendo hasta chocar con la pared e intentando liberarme de los grilletes mientras las lágrimas acuden a mis ojos, pero no lo consigo. Antes de que me dé cuenta, está delante mía, alzando su mano hacia mi rostro.

Acaricia mi mejilla con suavidad, demasiada, para después bajar su mano hasta mi cuello y hundir sus dedos en mi piel, apretando. Cierro los ojos, dejando que las lágrimas bajen por mis mejillas, no puedo hacer nada por defenderme, este es el fin.

Nate, recuerda que te quiero mucho. Siento no haber podido protegerte.

Karen, espero que te pudras en el infierno, hijo de puta. Mi segundo mayor error ha sido amarte.

Mi primer mayor error fue amarte a ti, Light. Ahora tendrás que buscarte otro juguete. Púdrete tú también.

Adiós, mundo cruel.

-Si obedeces a todo lo que te diga, vivirás un poco más -dice entonces Karen, dejando de apretar mi cuello-. Si te conviertes en mi esclavo, seguirás con vida un tiempo más.

¿Qué? ¿Este de qué va? ¡Estaba convencido de que iba a morir! ¿Por qué está teniendo piedad? Si me va a matar, que lo haga rápido, que sea ya.

Toso varias veces, recuperando la respiración poco a poco. Me ha hecho daño. Cuando me recupero del todo, le miro con miedo.

-Si haces todo lo que yo te digo, diciendo solamente "Sí, amo Karen" o simplemente "mi amo", te dejaré con vida de momento -prosigue él, acariciando mi rostro y mi pecho-. Si te conviertes en mi esclavo personal, no te mataré en este instante. Pero tendrás que obedecer sin rechistar ni preguntar porqué. ¿Queda claro?

Mierda... No quiero morir... Y tampoco quiero obedecer a este hijo de puta... Pero si me matan a mí, también matarán a Nate, si está aquí... No, no, no, mierda, ¡no quiero seguir las órdenes de un hijo de puta!

Pero Nate es lo primero para mí... Lo hago por ti, Nate, que no se te olvide.

-...Sí, amo Karen... -murmuro, agachando la cabeza por la vergüenza.

-Muy bien, esclavo.

Mierda... Ahora no hay marcha atrás, tengo que hacer todo lo que me diga sin rechistar ni preguntar porqué. Me siento como una marioneta.