Servicios De Su Alteza Real [Death Note (LightxL & NearxMello) Yaoi Fanfic]

Quarante-trois

[Narra Beyond]

Qué... ¿Qué narices le ha ocurrido? ¿Qué ha hecho? ¿Cómo lo ha hecho?

Doy varias vueltas sobre mí mismo para ver a cuántas personas ha asesinado Elle en menos de un minuto. Muchísima gente ha muerto esta noche, pero el que peor ha acabado es Adrien, cuyo corazón está a su lado, ese órgano que ha sacado Elle de un tirón debido a su ira y a su interminable rencor por él.

De una forma u otra... ¿Qué cojones le ha pasado a Elle para que hiciera esto? No entiendo nada. ¿Qué ha ocurrido en su cerebro? ¿Cortocircuito? Por Dios, ¡esto es sobrehumano! ¡Esto no es normal! No sé por qué, pero... ¿por qué siento satisfacción al ver a tanta gente muerta? No lo entiendo... ¿Por qué me hace feliz ver a esas personas yaciendo en el suelo, muertas, llenas de sangre? ¿Qué me está pasando?

Al escuchar los gritos y los sollozos tan altos de Elle, todos dirigen su atención hacia él mientras yo me quedo mirando el cadáver de Adrien. Me acerco al cuerpo a la vez que los demás corren hacia Elle para intentar consolarle. ¿Por qué tantas molestias en hacerle sentir bien? Ha sido él el que se ha vuelto loco y ha matado a esta pobre gente a sangre fría.

Aunque, si mal no recuerdo, la familia de Elle tiene fama en el mundo del crimen. Su padre, su abuelo y muchos de sus antepasados fueron famosos por los asesinatos que cometían a causa de un raro desorden mental. Imagino que ese desorden se ha desatado también en la mente de Elle y que lo que acaba de tener es un brote psicológico.

Le vi disfrutar al matar a esas personas, estaba sonriendo y sus pupilas se dilataban cada vez que clavaba su cuchillo en el cuerpo de alguien. No sé por qué, pero... Siento como si yo también quisiera hacerlo. ¿Qué demonios pasa conmigo?

Mirando el lado bueno, por lo menos nos deshicimos de Adrien.

[Narra Light]

–¡No os acerquéis a mí! ¡Alejáos! ¡No quiero haceros daño! ¡No quiero heriros! –estalla Elle llorando, arrastrándose hacia atrás por el suelo, huyendo de nosotros. Mail y Wendy se detienen al escucharle gritar, Mihael hace lo mismo y Nate también. Yo soy el único que decide seguir acercándose a él–. ¡Aléjate, Light, por favor! ¡No quiero que salgáis heridos por mi culpa! –no me detengo, por lo que él se desespera–. ¡Light, por favor, detente! ¡Quédate quieto, te lo suplico! ¡Por favor, Light!

–Nunca me harías daño, Elle –replico con una sonrisa, agachándome a su lado para tomar sus manos y evitar que escape–. Todos lo sabemos. Todos y cada uno de nosotros hemos sido testigos de tan sorprendente y horripilante escena, mas sabemos que tú no eres así. Elle Lawliet no es un monstruo asesino psicópata que ha disfrutado al cometer la masacre, sino un chico tímido pero tierno que ha pasado por demasiadas cosas para tener sólo dieciocho años –sin dejar de sonreír, con mi mano tomo su barbilla para mirarle fijamente, Elle continúa llorando y cierra sus ojos para no mirarme–. Tal vez nos conozcamos desde hace poco menos de un año, Elle, pero siento que nos conocemos de toda la vida y que mi destino es estar contigo. No te preocupes por lo de esta noche, nadie dirá nada. No llores más, a ese rostro tan hermoso tuyo no le pegan lágrimas de dolor.

Le doy un fuerte abrazo, rodeándolo con mis brazos y atrayéndolo hacia mi cuerpo, aunque al principio intenta apartarme de él, se acaba rindiendo y se echa a llorar sobre mi hombro, gritando de dolor, desgarrando su propia garganta al sollozar y chillar en medio de esa noche tan tranquila en Viena, donde acabamos con Adrien Lancelot y donde Elle tiene su primer brote de locura.

[...]

Han pasado cuatro días desde entonces y Elle está deprimido.

Apenas habla con nadie a menos que seamos Nate o yo, apenas come o sale de la habitación del hostal que nos quedamos cada noche, habitación que él exige que sea con Nate. Imagino que lo único que quiere es estar con su hermanito después de tanto tiempo separados, pero Elle sigue teniendo miedo de hacernos daño a algunos de nosotros. No me gusta verle así, odio verle tan asustado, tan distante... tan vacío.