Dix

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[Narra Light]

Maldito sea el general Guey... No dejaré que interfiera entre Mihael y él, después de lo que le ha costado estar con él.

Ahora sí que no puedo estar tranquilo para nada. Entre el problema con Elle y el de Mihael, no voy a poder concentrarme en clase. Qué alegría.

Sea como sea, no puedo dejar que Karen gane. Si lo consigue, seguro que moriré, literalmente, seguro que me tiraré por la ventana. ¿Quién quiere vivir en un mundo en el que no se puede ser feliz? Yo para ser feliz necesito a Elle, a mi chico. Si Karen lo conquista...

Aunque me cueste el trono... Si Karen consigue conquistar el corazón de Elle... Lo mataré. Nadie me quitará a mi novio. Y quien lo haga, sufrirá las consecuencias.

[...]

No puedo dejar de pensar en qué puedo hacer para que mi amado Elle me perdone. A este punto, las clases extra en verano van a ser una pérdida de tiempo.

He pasado del profesor de filosofía, el de geografía, y el de física. Me da igual todo. No me importa nada. Sólo quiero que Elle vuelva a enamorarse de mí, y voy a hacer lo que sea por recuperarlo. No voy a perderlo por nada del mundo. Y menos por un compromiso que no llevará a ninguna parte.

El reloj del aula da las tres de la tarde, la hora a la que acaban las clases. Todos los alumnos recogen sus cosas y se van, menos yo. Me quedo en el sitio, mirando por la ventana, hasta que se me acerca alguien.

–¿Alteza Luka?

Giro mi cabeza para encontrarme con una chica rubia de ojos oscuros, seguramente un poco más pequeña que yo, tal vez unos meses.

Oui –respondo, cruzándome de brazos–. ¿Y quién eres tú?

–Soy Agnès Chevallier –dice ella con una pequeña reverencia–, su prometida.

¡¿QUÉ?! ¡¿Yo también tengo prometida?! ¡Merde! ¡No es posible! ¡No pienso casarme con esta chica! ¡No la conozco de nada, es una chica cualquiera!

Mis ojos se abren como platos mientras me levanto de asiento as para ver detenidamente a la chica. Sus ojos son marrones oscuros como los míos, su pelo rubio suelto le llega hasta la cintura, va vestida con ropa algo ajustada y decorada con joyas caras.

Sinceramente, no parece mala chica... ¡Pero no tan buena como para casarme con ella!

–¿Mi prometida? –pregunto, sorprendido.

–Así es –responde ella–. Su padre habló con el mío, Thomas Chevalier, uno de los hombres más ricos de Francia. Me consideran la apropiada para ser su esposa y la futura reina de Francia –esboza una sonrisa–. Así que quise verle en persona para saber si merece la pena hacer algo tan arriesgado... Y ya veo que sí.

–¿Si vale la pena?

–En efecto. Parece simpático y muy inteligente, y de aspecto... No está nada mal, Alteza.

¿Debería sentirme halagado por ese comentario?

–Bueno... Gracias por haberme dicho esto –le digo, colgando mi zurrón de cuero sobre mi hombro–. Hablaré con mi padre al respecto. ¿Estudias en esta academia durante el verano?

–Sí, justo en la clase a la derecha, Alteza –responde.

–Está bien... Nos vemos, señorita Chevallier.

Salgo de la clase de forma normal pero, una vez fuera del aula, echo a correr hacia la entrada de la academia. Allí está la carroza real, y Mihael está subiendo.

Servicios De Su Alteza Real [Death Note (LightxL & NearxMello) Yaoi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora