Servicios De Su Alteza Real [Death Note (LightxL & NearxMello) Yaoi Fanfic]

Quatre

[Narra Light]

Bien, por el momento Nate estará ocupado evitando a mi hermano. Llevaré a Elle a un lugar apartado para que no nos encuentre durante un tiempo.

Mihael dijo que iba a ir a la biblioteca, cosa que me sorprendió mucho ya que no le gusta leer. Estoy seguro de que tiene que ver con esa pelusa, es lo más probable. Bueno, mientras que no venga a molestarnos a Elle y a mí que haga lo que quiera.

Hablando de mi pequeño azabache... No puede ser más tierno.

Él está paralizado frente a mis ojos, sus ojos no se apartan de los míos, es como si estuviera hipnotizado. Sus ojos están levemente entrecerrados, y no puede evitar parpadear y cerrar sus ojos repetidamente. Este es el resultado de mis caricias en su espalda y en su pecho por debajo de sus ropajes, recorriendo su cuerpo con mis manos y observando su figura con ellas.

Mi intención es hacer que baje la guardia y tenerlo a mi merced.

Entonces sus manos detienen las mías, alejándolas de su cuerpo. Con un giro de muñeca, consigo detener sus manos y ponerlas por encima de su cabeza deteniendo sus muñecas con mi mano derecha. Con mi mano izquierda lo conduzco hasta la pared más cercana, estampando a Elle contra ella.

-Altesse... Permettez-moi d'aller... S'il te plaît... -suplica, retorciéndose para intentar liberar sus manos de las mías-. Se lo ruego... No haga nada extraño, por favor... Suélteme.

Piensa que le voy a dejar ir tan fácilmente... Qué ingenuo.

-Jamais -replico-. Tu es le mien.

Le beso bruscamente en los labios, mi mano izquierda empieza a deslizarse por debajo de su ropa blanca. No detengo el beso en ningún momento, ni siquiera cuando rompo sus prendas blancas y las tiro al suelo para dejar su pecho y su abdomen pálido al descubierto.

Me muerdo el labio al verle, tenerlo así frente a mí es muy seductor y provocador. Es hermoso. En dos palabras: me encanta. Mi esclavo tiene que hacer lo que yo le diga... Obedecerme.

-Obedéceme, Elle -le susurro sobre sus labios-. Eres mi sirviente, ¿no?

-Sí, lo soy... Pero no de esta forma.

-En todos los sentidos, Elle. Así que... Si yo te digo que eres mío, es que eres mío. ¿Entendido?

-Alteza, se lo suplico...

No le hago caso y lo arrastro hasta su habitación, no puedo dejar pruebas ni dejar que mi reputación como príncipe se vaya a la mierda por algo así.

[Narra Nate]

El príncipe Mihael me ha dejado una nota para pedirme que vaya a la biblioteca real. No creo que deba ir, lo pasé muy mal la última vez que lo vi. Pero tampoco podré huir de él para siempre.

Desde que me besó, no puedo dejar de pensar en él. Cada vez que me acaricio los labios recuerdo esa sensación, y cuando recuerdo sus palabras siento que quiero volver a sentirme así. No me imagino cómo debe sentirse ahora mismo... Sin embargo, me ha invitado a ir a su encuentro. ¿Qué querrá decirme? ¿O qué hará?

Por desgracia, sólo hay una forma de saberlo: y es yendo allí.

Quiere que vaya ahora mismo, aunque tenga que trabajar. En la nota decía que había hablado con su padre para que me dejara ir, así que, si lo dice su Majestad... Iré.

Leo de nuevo la nota, escrita con buena letra y con tinta negra. Observo la firma del príncipe Mihael, la cual es su nombre francés. Mikaël... Qué raros son los nombres aquí. Dejo la nota sobre mi cama y salgo de mi habitación. Yo ya había estado en la biblioteca cuando el rey nos enseñó el castillo por primera vez, así que no habrá problema en llegar.