Capítulo 4

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La tía Mai sirvió tres tazas de infusión y se sentó enfrente de las dos muchachas que la miraban con curiosidad e impaciencia. Se había estado preparando durante años para contar esa historia y aun así sentía que el momento había llegado demasiado pronto.

- Bueno, antes de empezar quiero que me prometáis que no me vais a interrumpir, si tenéis alguna pregunta os responderé cuando termine ¿de acuerdo?

Sheryl asintió tímidamente, todavía cohibida. Enya, en cambio, asintió con un gesto de resignación.

- Enya, se que tú conoces la historia del origen de las especies mágicas que habitan el reino, pero tu Sheryl ¿la conoces?

- Si, mis padres me la contaron cuando era pequeña-

- Hicieron bien. Esta historia comienza justo después de ese momento.

"Tras la gran guerra del pasado en la que humanos y criaturas mágicas habían luchado para defender sus derechos, las diosas Dana y Ariadna consiguieron recomponer un reino roto y consumido por el odio. Durante años reinaron con sabiduría, sin embargo la soledad las invadía. A pesar de que gracias a los arcanos podían contactar con sus padres y sus hermanas, echaban demasiado de menos su hogar.

Tenían miedo de buscar el amor entre los humanos ya que, como habían podido comprobar las uniones entre dioses y humanos habían traído muchos problemas. La tristeza de las dos reinas era palpable y pronto se empezó a notar en el reino. Belenus y Aine, que llevaban tiempo preocupados por sus hijas, se pusieron en contacto con ellas. Les animaron a buscar a alguien para compartir su vida ya que nadie lo merecía más que ellas después de los sacrificios que habían hecho.

Pronto, tanto Dana como Ariadna se casaron y del amor surgieron muchos hijos e hijas. A pesar de los temores de las diosas, sus hijos siempre se comportaron respetuosamente con el resto de criaturas. Curiosamente solo las mujeres heredaban los poderes de las diosas así como la capacidad de transmitirlos a su descendencia, por lo que les enseñaron a usarlos con prudencia.

Tras varios siglos reinando, las diosas decidieron retirarse a lo más profundo del bosque de los arcanos. Sin embargo no dejaron el reino a su suerte sino que nombraron a una sucesora. Alaine fue la primera reina de Eyre, reinó durante 40 años y fundó la dinastía de Belaine. Durante años las descendientes de Ariadna y Dana fueron ocupando el trono ya que al contrario que las diosas sus hijas no poseían el don de la inmortalidad.

Con el paso del tiempo cada vez menos niñas heredaban los poderes por lo que el trono se comenzó a reservar para aquellas que poseían los dones. Por este motivo, las niñas eran sometidas a un periodo de aprendizaje en el cual se instruían y practicaban con su magia en un entorno seguro."

-¿Pero qué tiene que ver esto con nosotras?- preguntó Enya con impaciencia.

-He dicho que no quería interrupciones- replico la tía Mai- todo a su tiempo.

"Hace 25 años, la heredera del trono, Margox y su hermana, Maya, terminaron la instrucción y emprendieron el viaje de vuelta al castillo. Durante el viaje, Margox se enamoró locamente de uno de los guardias, Mikan. Era un joven alto y muy atractivo, tenía el pelo cobrizo que lanzaba destellos rojizos cuando le daba el sol. Tenía unas facciones un tanto infantiles y unos ojos marrones que inspiraban confianza con solo echarle un vistazo.

A pesar de su amabilidad y su calmado carácter la hermana de Margox no se fiaba de él. No tenía ninguna razón aparente pero su sexto sentido le indicaba que escondía algo. Como las dos hermanas estaban muy unidas, Maya le conto sus sospechas sobre el joven. Sin embargo, la reacción de Margox no fue la que Maya se esperaba, en vez de escucharle se burló de ella. Ofendida, Maya decidió no meterse más.

Las crónicas de Eyre: El legado de los diosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora