Seis de la mañana...
Hora en que todos deben salir de sus camas, todas las parejas que durmieron juntas están molestas, ya conocéis a los hombres y mujeres que no se quieren, odian dormir juntos.
Pero... hay una pareja que aún no sale de su tienda de campaña... todos van a ver que sucede con ellos, "Es bastante raro que no salgan" murmuraban todos.
En el momento que abrieron la tienda quedaron abrumados, habían dos jóvenes desnudos, una mujer de piel blanca y cabello oscuro sobre un joven apuesto y de brazos fuertes.En la vuelta al colegio todos hablaban de ello, jamás se había visto tal obra en un campamento.
Lucia quería morir, de Franck ni hablar, no sabía con qué cara vería a Alan de nuevo...
Cuando Franck entró a la casa Alan lo saludó con un abrazo.
-¡Hola hermano! ¿Cómo te ha ido? Bueno, espero que bien y que hayas cuidado de mi Lucia, iré a verle pero te he dejado un regalo en tu cama, nos vemos amigo. Dice Alan sonriente mientras corre a la casa de Lucia.
Franck queda aturdido, al parecer Alan aún no se enteraba, pero era cuestión de tiempo, por el momento Lucia se echaba un baño mientras acariciaba su piel y recordaba todo lo que había sucedido esa noche, cuando de repente oye que tocan la puerta, "¿Podrá ser Franck?" tapa su cuerpo con una toalla y corre hacia la puerta.
-Oh, Alan... eres tú. Dice Lucia quien en su pecho tenia las manos sujetando la toalla.
-Si, soy yo, ¿esperabas a tus padres? Lo siento si llegué sin aviso previo, pero te extrañé y te traigo ésto, son cartas que he hecho mientras no estabas. Dice Alan mientras entrega las poesías y rimas que ha escrito.
-No... tranquilo, sólo que creí que estarías ocupado, pero disculpa tú, creerás que soy una pervertida saliendo así a la calle, si deseas puedes pasar a la sala mientras me cambio... Responde Lucia.
Alan acepta y entra al lugar, por el momento Lucia sólo tiene en su mente a Franck, y no sabe como decírselo a Alan, quien tiene ojos luminosos de amor.
Lucia se cambia y pone en su cuerpo prendas habituales, una minifalda blanca, un escote que deja mucho a la imaginación y en su cabello un listón. Alan no logra hacer que sus ojos se cierren, no podía creer lo hermosa que se veía ella así.
-Lo siento, pero he esperado mucho por tí y ahora no te dejaré, dice Alan mientras abraza fuertemente a Lucia.
Alan la besa, y sus manos empiezan a desvertir el cuerpo de Lucia, lo hace bastante lento mientras Lucia simplemente deja que él tome el control, Lucia ya no tiene prendas de vestir, está desnuda y Alan no deja de observarle.
-Ya... no me mires, me haces sentir avergonzada... Dice Lucia sonrojada.
-Sólo quería guardar éste momento en mi mente para siempre, lo siento. Responde Alan.
Él sólo sigue besándole mientras ella cierra los ojos y recuerda a Franck y todo lo que en esa noche había dicho, cuando de repente ella los abre y vé a Franck, se siente muy feliz y empieza a desnudar a Alan, empieza a besar cada parte de su cuerpo, y empieza a tomar el control en sus manos, hace que el momento sea inolvidable y que sea grandioso para recordar...
Ese día ocurrió mucho para recordar, Alan es el hombre más feliz del mundo y no cree encontrar un mejor aprecio, un mejor amor.
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Sentimientos inundados.
Roman d'amourUn chico que por intentar la mayor ingeniosidad de su vida termina quedando solo y sin esperanzas de hallar un nuevo sentimiento puro y real que lo lleve a la felicidad.