CAMILA CABELLO
―¿Qué demonios fue eso? ―chillé mientras me acurrucaba contra el pecho de Lauren.
―Uh, ¿un trueno? ―dijo.
―Bueno, Duh. Pero santa mierda, eso estuvo cerca. No debe de haber caído avmás de un kilómetro de distancia de aquí.
Una cosa de la que me di cuenta enseguida... bien, dos cosas. La primera es que Lauren olía muy bien.
Como muy, muy bien. No sé si era su colonia, o una esencia que era singularmente suya, pero quería enterrar mi rostro en su camisa y tomar una respiración profunda, de modo de guardar ese olor permanentemente en mi memoria olfativa.
La segunda cosa. Era oscuro. Como el abismo del infierno. Habiendo vivido mi vida entera en el Sur, había aprendido a soportar fuertes tormentas. Pero todavía me asustan, que es por lo que estaba actualmente acurrucada como una niña de cinco años en los brazos de una mujer adulto. Bueno, esa probablemente no era la única razón. Mi única excusa es que cuando la luz se va en los barrios suburbanos nunca quedaba completamente oscuro. Había vecinos que prendían generadores y autos que pasaban.
¿Pero en la plantación Thompson?
Era negro como el alquitrán. Una oscuridad que-te-hacia-gritar-por-tu-mamá.
―¿Estás bien, Camila? Estás temblando ―preguntó, con voz de preocupación.
―Perdón. ¡Vaya, eso! realmente me asustó. No me gusta cuando se va la luz. ―confesé
―En realidad estoy disfrutando la falta de energía eléctrica ―dijo estrujándome apretadamente.
―¡Oh, mujer! ―me quejé.
―¿Qué? ―dijo con voz alarmada y con repentina preocupación.
―¡Los postres! ¡No puedo ver los postres! ¡Quiero mis postres! ―me quejé.
Se rió entre dientes
―Eso se llevó todo en treinta segundos.
―No te burles de mí. Estoy agonizando aquí. Hay azúcar por allá y no puedo verla. Sí la señora Thompson no viene con una vela pronto, voy a volar hasta ahí y escavar con mis propias manos.
Pensó que estaba bromeando, pero hablaba en serio. Nunca bromeo cuando se trata de los postres.
Justo cuando estaba pensando en cómo llegar a los postres sin arruinar mi vestido, la señora Thompson apareció, se entrometió en la habitación con una vela en mano.
―Bueno, eso fue emocionante, ¿no? ¿Están bien? No te asustaste demasiado ¿verdad? ―preguntó mientras comenzó a encender las velas alrededor de la habitación.
―No, estamos bien. Solo un poco sobresaltadas. Estábamos justo admirando la mesa de postres cuando la luz se fue. Usted hizo un trabajo excelente ―comentó Lauren, haciendo que la señora se avergonzara con sus alabanzas. Cuando encendía las velas, las cosas comenzaron a verse nuevamente, incluso los postres.
―Bueno, entonces, continúen. No hagan caso de mí. Voy a buscar la radio y ver si puedo conseguir la actualización sobre el clima ―dijo mientras abandonaba la habitación con determinación.
Corrí hacia la mesa, tomé un plato y comencé a tomar un poco de todo y un montón de Tiramisú. Fue un gesto de su parte haber incluido mi postre favorito. Y las gomitas durante nuestro picnic...
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WHEN YOU'RE READY
ФанфикAños después de sufrir la trágica muerte de su esposo, Ethan, que la dejo sola para criar a su joven hija, Camila Cabello aun aferra la ultima carta que él le escribió con las palabras "Cuando estés lista" escrita en su familiar escritura desordenad...