"Entre Plumas Negras".

"Espejo"

El espejo ya no nos permite vernos tal como somos.
El espejo rompe todos nuestros esquemas y nos hace pequeños.
El espejo nos hace infelices encerrándonos en laberintos eternos, nunca se sale de un espejo.
Porque no podemos dejar de vernos, no podemos escapar de nosotros mismos.
De ese laberinto nadie se salva ni siquiera la chica más linda de la clase o el musculoso de ojos azules.
La bajita a la que llaman tierna intenta crecer 10 cm. usando tacones que destrullen sus piernas para rellenar un vestido de medidas estándar,Y el pecoso ¿que me dicen de el? Intenta terminar con sus pecas pues a las chicas les gustan las pieles lisas, hasta la chica de 45kg. intenta ser más delgada ¿por qué? Porque si en este mundo uno no es delgado no es nadie, la chica alta se la pasa de zapatos bajos ella no quiere llamar la atención, la de los rulos gigantes se la pasa perdiendo el tiempo con productos para el pelo, dicen que los rulos son más feos en chicas sin gracia como lo es ella, ni hablar de la morena ella vacía los frascos de protector solar en su piel ahumada pues el bronceado no es bonito si es natural.
Todos vivimos de prototipos baratos que se venden como pan en revistas conocidas.
A todos hasta el más cercano a lo perfecto tiene un complejo. Porque en este mundo todos somos mercenarios encadenados, somos quisquillosos acomplejados.
Y no nos damos cuenta porque los espejismos nos encierran, al parecer la sociedad nos nubla la vista.
No nos damos cuenta de que las revistas conocidas no son más que basura con etiquetas gastadas.
Nunca se nos pasó por la cabeza pensar que el pecoso se podría enamorar de la piel ahumada de la chica morena o que el musculoso podría querer a la alta, o que a través de los ojos azules del chico que se sentaba en el fondo los rulos de la chica sin gracia eran verdaderamente hermosos, nunca pensamos que la chica bajita podría encontrar galaxias en unas pecas odiadas o que la chica delgada antes fue gorda e intentaba perder peso para gustarle a otra chica.
Nunca pensamos que la perfección es sobrevalorada y distinta según cada punto de vista de cada persona del universo.
Nunca pensamos que si algún día rompemos el espejo y nos miramos a los ojos seremos verdaderamente felices.