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Me enamoré de tu infierno y es tan triste lo que hoy me ata.
Mi corazón te necesitó tanto que cuando me diste la espalda también me enamoré de ella.
Me enamoré de tus malos humores, tu seño fruncido, la palidez de tu cuello y tus anteojos con marco.
Me enamoré de las pecas debajo de tus lentes y los planetas a los que llaman lunares que hay en tu cuerpo.
Me enamoré de tus ojos cuando miran al cielo e intentó contar tus pestañas.
Pues ojos eran un trozo de cielo y yo amaba el color azul.
Me enamoré de tus voz medio aguda cuando susurra, de tus mejillas sonrojadas y tu cabello revuelto de cada parte donde decías que había un defecto me enamoré.
Me siento tan patética cuando en la soledad te estoy recordando.
Y de ti le hablo a mi café y el viento, de ti me habla la tinta y de ti le hablo al papel.
Me siento patética Porque odiando tanto el amor te amé.
Te quise como alguien que no sabe querer y debe improvisar.
Te quise sin saber que el verano no era para siempre y el invierno llega también al corazón.
Te quise y como una estúpida, caí en el pozo del abismo del que tanto reíamos.
Te quise y mis ojos gritaron por primera vez para alguien completamente sordo.
Gracias a ti de mis manos comenzó a salir poesía, mis melodías de piano solas nacían.
Te dedique mis pensamientos en cada una de mis notas musicales y viéndolo así hasta el teclado de mi gris piano se volvió colorido.
Era una lástima pues no podías escuchar el latir de mis sonidos, los ignorabas, eras sordo.
A pesar de tu sordera aveces parecías bailar mis melodías y eso era motivo suficiente para tocar hasta que mis dedos sangren.
Todavía recuerdo ese día cuando comenzaste a escuchar mis melodías, era precioso cuando mirando al cielo oprimimos nuestra teclas y comenzamos a brillar.
Tristemente también recuerdo ese día que cortaste las cuerdas de mi piano para nunca volver a escuchar.
Haberte ido me desquició por completo.

"Entre Plumas Negras".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora