"Magia"

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Odiabas el café, los libros y muchas veces a mi.
Era bastante irónico yo amaba el café los libros y muchas veces a ti.
Amabas el verano la tranquilidad y los sueños eternos, creías en la magia, en el destino y tu rostro perfecto, creías en ti y todo lo que podías ver, creías en lo que querías creer, lo demás estaba fuera de tu burbuja de superioridad que miraba de arriba al resto.
Pero yo estaba en este mundo para pinchar tu burbuja con mi existencia inapropiada que pedía a gritos un poco de magia.
Con mi odio al verano y apego al invierno, con mis noches de insomnio, constantes desvelos.
Estaba aquí para mirar con mis ojos negros inseguros tus ojos azules en los que tanto creías.
Estaba aquí para demostrar que no siempre uno cuenta con una autoestima y que el destino no era lo único que una persona esperaba que lo pasé por encima en la vida.
Llegue a tu vida para demostrarte que no todos somos capaces de crear burbujas aislantes, que algunos nos ilucionamos con cosas que no podemos ver llenando nuestra mente de sueños vacíos que se van con el tiempo, que algunos no podemos creer en la magia al primer intento porque estamos cansados de promesas baratas, que algunos necesitamos de otros para conocer la magia y nos marchitamos sabiendo que el "otro" nunca llega.
Éramos completamente distintos en todos y cada uno de nuestros aspectos porque cuando tú hacías lo posible para mantener tu burbuja y dejar de ver magia en mi triste vida hacia falta un poco que me lleve al país de los sueños que tanto te gustaba.
Y tu volabas cerrando los ojos viviendo en tus sueños.
Y yo volaba viendo tus ojos y creando universos.
Era bastante trágico habías creado un mundo mágico porque el mundo real era trágico.
De a poco descubrí que los dos teníamos algo que ver, desde puntos muy diferentes la vida se encargó de nosotros.
Yo estaba aquí para mostrarte la parte más hermosa del amor con mi cursilería alocada y tu estabas en el mundo para enseñarme que un sentimiento tan grande como lo llamado "amor" no siempre viene bien a todos.
Yo trataba de descongelar tu mirada ruborizando tus mejillas con acercamientos minados de poemas de verano sin siquiera saber un por qué.
Sin tener una idea de lo que era el amor te amé y desde todo mi caos me hiciste feliz.
Luego encontré el gran "por qué" y era que, desde que tu dezcongelaste mi corazón olvidado yo comenze a enamorarme de ti y todas y cada una de tus imperfecciones.
Desde que te conocí todo hasta  mi teclado de piano incluso mi rostro se volvió colorido.
Tu me enseñaste desde un vago punto que "confiar" no siempre es bueno, que aveces uno siente que es mejor morir y que las heridas que más duelen son las que no se ven.
De ti y tus palabras heladas aprendí todo lo necesario para sobrevivir en un mundo salvaje que me despedazaría en cuestión de segundos.
Tristemente fui arrojada a la realidad sin paracaídas, lo que me hizo saber que la vida es aún más profunda que una taza de café.
Fui arrojada a un mundo en el que tú amortiguaste mi caída haciendo que lo demás pierda importancia, poco a poco me aferré a ti y tu mirada fría sin saber que me consumiría de prisa.
Éramos completamente distintos pero teníamos algo en común, y ese algo era lo más triste de nosotros, ese algo era la soledad que comenzamos a compartir ese 10 de febrero cuando el insomnio sobraba al igual que las penas.

Fuiste todo en tan poco tiempo, que lastima que me sacaste del país los sueños.
Conocí la magia en la que tanto creías que a duras penas podías olvidar...

Pero me aferré a ti, olvidando lo mucho que odiabas el afecto.




¿Irónico no? la autodestrucción es inevitable y los opuestos se atraen.

"Entre Plumas Negras".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora