No Te Engañes |Jimmy Darling|

II

El ambiente en el pequeño auto era extremadamente cómodo, su muy limpio tapiz le daba un toque refinado.
La señora murmuró un par de cosas que no logré distinguir bien.

-Disculpe ¿que ha dicho?, no la he oído- me disculpe mientras una mueca involuntaria salía de mi boca.

-¿Cuál es tu nombre jovencito?- repitió amable sin despegar los ojos del camino.

-Jimmy... Jimmy Darling- respondí.

-Bien Jimmy dime, ¿a qué te dedicas?- preguntó con interés en su voz.

-Trabajo en un show no muy lejos de aquí- conteste incómodo removiendome sobre el asiento.

-Eso suena fantástico.

-No lo es- dije sin pensar.

-¿ah no?- dijo algo sorprendida -¿Qué es el lo que haces ahí?- solté un largo suspiro sabiendo lo que se avecinaba.

-Trabajo en un freak show, soy el chico langosta para ser más precisos- solté seco preparándome para que me hechara e insultara.

-Debe ser bastante difícil...-contesto con un tono comprensible -he escuchada no sólo de ti "chico langosta"; la expresión que usa la gente al referirse a los "freak"- su ceño se fruncía al pronunciar las palabras chico langosta y freak -es bastante cruel. ¿Asi que es por eso que llevas puesto esos horrendos guantes?- sólo fui capaz de asentir lentamente -Hemos llegado- dijo aparcado el auto frente a una gran casa y en seguida salió del auto.

-Es una linda casa- comenté siguiéndola desde atrás.

-Gracias querido, pero no es mía- explicó entrando y haciendo una seña para que la siguiera -la casa es de una muy buena amiga que ha salido de viaje y me ha dejado de encargo- siguió explicando mientras se movía por toda la cocina -¡Spencer!- gritó y un segundo después un hombre alto con traje negro entraba por una puerta.

-¿Si señora?

-Hazme el favor de traer las compras que están en el auto- dijo sentándose en una de las sillas del gran comedor -vamos Jimmy toma asiento- señaló un lugar enfrente de ella, así que obedecí -Por cierto, mi nombre es Theodora.

Sólo me limité a asentir educadamente. Entonces una señora regordeta con un uniforme se presentaba en el comedor junto con un carrito lleno de diferentes platillos.

-Buenos días señora Theodora, buenos días joven- saludó amablemente poniendo los platos enfrente a cada uno.

-Buenos días Yulia, ¿ya le haz hablado a Katherine para que baje a desayunar?- Yulia solo asintió -muy bien- cuando Yulia salió del comedor después de acomodar otro de los platos en un lugar 3 asientos después del lado derecho de Theodora, está dirigió su atención hacia mi -Bueno jimmy estamos en confianza puedes comer a gusto- por alguna rara razón me transmitió seguridad, así que le hice caso quitándome los guantes.

El sonido de unas pisadas y enseguida una voz nos hicieron levantar las miradas.

-No era necesario que mandaras a Yulia a por mí, no soy un cría- murmuró la refunfuñada voz de la chica recién llegada, aún sin notar mi presencia.