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Los ruidos afuera del remolque hicieron que me despertara de golpe, miré rapidamente a mi alrededor inspeccionandolo dandome cuenta que mi madre no se encontraba, probablemente se había despertado de madrugada y habia ido a ver que podía hacer.
Y entonces la realidad me regresó de golpe. Katherine y el beso fueron sólo un sueño, el cual habia provocado un sin fin de sensaciones dentro de mi.

Me levanté de la pequeña cama ubicada es un rincón y sin importarme mucho mi aspecto caminé hasta la "puerta" y abrí.
Detrás de ésta, estaba la dueña de mis sueños y pensamientos constantes.

—¡Vaya! Al fin has despertado— dijo pasando a lado mío y en el proceso golpeando levemente su hombro con el mío para poder entrar dentro del remolque y sentarse en una de las sillas situada a lado de la pequeña mesa —Me he encontrado a tú madre camino hacia acá y me ha dicho que aún dormias— murmuró dedicandome una suave sonrisa de sus bonitos labios.

De pronto recordé que no llevaba los guantes puestos, por lo que cerré de golpe la puerta y busqué con la mirada de forma desesperada mis guantes por todo el lugar. Katherine se dió cuenta, no dijo nada, simplemente se levantó de donde estaba y caminó hacia mí; entonces tomó entre sus manos una de las mias y la llevo hasta su rostro, creando asi un suave contacto entre ambos, mi piel comenzó a erizarse por el propio contaco y anhelando de que alguna forma su tacto fuera a parar a cada rincon de mi cuerpo.
Sus ojos conectaban directamente con los mios, haciendo la situación muchísimo mas intensa de lo que ya era.

—No tienes porqué ocultarte de mí, Jimmy— no le contesté y rompí el contacto visual y corporal entre ambos.

—Me apena ser diferente Katherine— me sinceré

—A mi me gusta que seas diferente— argumentó.

—No tienes idea de lo que dices Kathe.

—¿Por qué diablos dices eso?

—Porque sé como me ven los demás, soy sólo una abominación para los que me ven. Ni siquiera puedo ligar sin preocupación a que cuando me vean las manos las chicas simplemente huyan y me griten un montón de maldiciones.

—¿Acaso ves que yo he huido de ti?— preguntó con el ceño fruncido.

—Tú eres diferente Katherine. Nuestra relacion es diferente— puntualice.

—¡¿A caso me estas mandando a la friendzone?! ¡Maravilloso! ¡Simplemente maravilloso!— exclamó sin mirarme un sólo segundo a los ojos.

—¿A la qué?— pregunté confundido.

—Olvidalo, hablamos luego— dijo y sin mas salió, sin siquiera darme tiempo para asimilar lo que acababa de decirme.

Me dejó sólo ahi, solo y confundido.

No Te Engañes |Jimmy Darling|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora