Un amor rebelde, imposible y pasional. Una relación de mentiras, verdades, engaños, traiciones y amor.
El amor es el poder más maravilloso del mundo, pero ¿podrá sobrevivir con tantos obstáculos por delante? ¿Es verdad que el amor lo perdona todo...
Todo empezó hace 2 años en el metro, en ese momento exacto donde sus miradas se cruzaron donde a maya se le paró el corazón por un instante, donde sintió 3000 mariposas flotando en su estómago, donde conoció a Lucas el chico más guapo que había visto nunca, el chico que la hacía sonrojar cada vez que la miraba, y del cual estaba completamente enamorada. Pero está historia no es tan bonita como pinta, Rachel también estaba enamorada de Lucas y Lucas de Rachel según Maya, así que solo le tocaba aguantar. Sonreír y aguantar todos los coqueteos continuos, las miradas y las sonrisas que se dedicaban todos y cada uno de los días.
Lucas:
Ya hace dos años que conocí a mis amigos, ya hace dos años que deje Tennessee para venir a Nueva York, ya hace dos años...
-Ya hace dos años que estoy enamorado de ella-dijo el muchacho para sí mismo.
La había intentado olvidar, de todas las maneras posibles, coqueteaba con chicas para intentar olvidarla. Pero no podía olvidarse de aquella chica rubia que le paralizó el corazón hace dos años cuando sus miradas se encontraron en aquel metro, donde su estómago dio un vuelco y donde empezó a creer en el amor.
Maya:
Maya se dirigía a casa de Rachel para ir juntas a la escuela como hacían todos los días. Cuando llego a casa de la morena solo logro ver un coche negro y a Rachel montándose en él.
-Genial ni me espera-pensó la rubia. Cabizbaja empezó a correr hacía la escuela ya que iba tarde, corrió tanto que al cruzar un paso de cebra no vio que venía un coche y casi la arrolla. Maya se disculpó con el conductor y siguió su trayectoria hacía la escuela. Cuando llegó a la escuela entro corriendo y al girar una esquina se encontró con la peor de las escenas posibles, Rachel y Lucas besándose. A maya se le rompió el corazón, en ese preciso instante notó como se quedaba sin respiración, como se le encogía el estómago y como las lágrimas empezaban a derramarse por su cara. Maya corrió al baño y empezó a llorar como nunca antes lo había hecho, estaba tan dolida que le dio un golpe al espejo el cual se rompió y Maya se cortó la mano, pero le dio igual lo único que quería Maya en ese momento era estar sola con su dolor y su corazón roto en mil pedazos.
Lucas:
Eran las 8:45 cuando Ian y Andrew aparecieron por la puerta y se sentaron en el pasillo a su lado.
-¿Que pasa tío?- Saludo Ian chocándole el puño a Lucas.
-Hey-respondió Lucas levantado un poco la cabeza. Unos minutos después apareció Rachel, sin maya.
-Hola chicos, ¿qué tal?-pregunto la morena sonriendo
-Bien ¿y tú? ¿Dónde está Maya?-pregunto Lucas con curiosidad.
-Bien gracias, a y no lose. Lucas ¿Podemos hablar un segundo a solas?-Pregunto la morena tímidamente.
-Claro-respondió el Rubio.
-Creo que nosotros sobramos Ian, os esperamos en clase-Dijo Andrew.
Cuando Andrew y Ian estuvieron lo suficientemente lejos para que no los oyeran Rachel empezó a hablar.
-Solo quería decirte que me gustas mucho, desde que te vi en el metro y que ya era hora de decírtelo, de soltarlo todo y de decirte la verdad- La morena lo dijo todo de un tirón sin darle tiempo a Lucas a decir nada. El chico estaba petrificado no sabía qué hacer, ni que decir. Entonces sucedió, Rachel se le lanzo. Al principio él no le siguió el beso pero luego sí. Cuando se separaron, los dos se sonrieron. Rachel entró en clase pero Lucas se quedó fuera pensando.
-¿Pero qué he hecho...?-dijo el chico en un susurro.
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Nuestra maya. No me dejaba ponerla en multimedia sorry
