Capitulo 13

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Leah de verdad quedo fascinada por el libro, ignoró el consejo que le dio Abril y me dijo pidió mas, yo solo tenias cuatro o cinco libros en casa, además mis gustos por la lectura no eran muy desarrollados no sabia si Leah le iba a encantar todos los de mi colección.

De todo modos eso no la detuvo en ir a mi casa.

Hablamos, y hablamos, también intentamos cosas propias de ella, como maquillarse o asaltar las cosas de mi mamá para arreglar mis uñas, preguntó por Brent y le mentí, le dije que no estaba en casa.

—¿Cuando volverá?

—Tarde —suelto en seguida.

Miro a todas partes y me detengo en mi punto de inició, sonrió.

—¿Y tus padres, Hars?

"¿Me apodo?" Pensé, sorprendida.

—¿Hars?

—Si, apodo a todo el mundo, no te sientas especial.

Asiento, debo admitir que llegue a ilusionarme, Abril nunca me apodo, ni mi mamá, ella odiaba ese tipo de cosas de hecho alegaba a que yo tenia un nombre y debía de usar ese nombre.

Es frívola.

—Papá se fue desde que nació Brent... Y mamá pasa todo el día en su trabajo —miento.

—Dios, lo siento por escuchar eso... Otra cosa en común, yo tampoco tengo papá. Paso lo mismo, por fortuna mamá viene de una familia acomodada.

Tiene mucho sentido. En mi caso, eso no paso, mis padres eran muy jóvenes cuando me tuvieron, él se fue y ella literalmente se valió del aire.

—¿Otra cosa por decir? Dime algo verdadero sobre ti —me anime a decir.

Leah suspiro, sus ojos delineados y plásticos decían mucho, a pesar de que se veía perfecta, como una muñeca perfecta, estaba mas que claro que no lo era.

—Odio perder, soy competitiva, cuando digo que las cosas se hacen así, son así.

—Auch.

—Si... En parte es culpa de mi madre, para ella tener éxito es tener el control sobre todo, me crió para ser líder pero ni te imaginas lo estresante que llega a ser cuando las cosas no te salen como quieres.

Bomba a la mente, en lo mismo en mi situación.

—Te entiendo, solo que nadie me ha dicho lo que debo hacer y quien debo ser, también me considero algo parecido líder, odio perder.

Ambas sonreímos, esto de los comunes y no comunes me esta afectando, entonces es allí que Leah tiene una idea.

—¡Debemos ir al cine!

Pongo una mueca de disgusto, ella me lo responde con un semblante extrañado.

—No me lo puedo permitir... No tengo dinero.

—Oh... Bueno —la interrumpió el sonido de una bocina.

No era mamá, no tenemos coche, por lo que deducí que se trataba de la de Leah. No, eso no fue así, ojala hubiese sido eso.

Leah olvido que había quedado con un universitario, me dejo sola.

Chicas MentirosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora