Esta vez, la excéntrica chica de cabello sedoso, ojos totalmente pintados y labios artificiales se encontraba en mi casa.
Todo este asunto se debe a Brent, es decir yo, o mejor dicho, las notas.
—¿Y tu hermano?
Salio de la cocina a la sala. Dijo que tenia hambre, le mostré aquel mágico lugar con nevera y no tardo ni un segundo en asaltarlo, traía un sándwich.
—No esta.
—¿Nunca esta? ¿Y cuando vuelve? —insiste.
—Esta de campamento.
—¿Con quien?
—Con sus amigos —la observo, ella se da cuenta, finjo una sonrisa.
Leah suelta un suspiro, de una mordida se come medio sándwich, ahora solo tiene la mitad.
—¿Quieres? —pregunta.
—Pensé que tenias una dieta estricta.
Ahora ella es la que sonríe, como me encanta esa tierna y natural sonrisa, es algo que apenas noto y ahora me alegra ver, de pronto se carcajea.
—¿Que? —espeto sin entender.
—Si tengo dieta, pero me hace ver como una estúpida anorexica —no puedo evitar mirarme el cuerpo, luego el suyo, si yo pensaba estar flaca ella esta cadavérica, Leah se sonroja por mi acción—. Y pienso dejarlo.
La chica plástica dejará su exagerada dieta ¿Eso es bueno? Claro que lo es.
—Le escribiré algo a tu hermano—continua—. ¿Se lo vas a dar, verdad?
Claro que si, pensé, aceptaré la nota con gusto.
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Chicas Mentirosas
Short StoryElla era una zorra, yo una chica normal Ella es superficial, a mí no me interesaba su opinión. Ella no paraba de insultarme, yo me hice pasar por un chico y humillarla por medio de notas. Me enamore de ella, pero ella se enamoró de las notas. Fech...