La Salvacion De Un Yakuza(Kikasa)

Simplemente complicado

La charla instalada era... hum...

Bien, mejor contarla tal como era:

—¿No decías que lo amabas? ¿fue mentira?

—¡No!—Suspiró— No es eso, se que lo amo y demasiado, Yukiocchi es... ¡increible!, perfecto en todos sus aspectos.

—¿Entonces porque la besaste?— El otro no respondió y la habitación volvió a hundirse en el silencio, Kuroko suspiró cansado de aquello— No te entiendo Kise-kun, dices amarlo pero lo insultas, quieres verlo y lo extrañas pero besas a alguien mas y te odias por ello. Quiero que me entiendas, no lo has engañado de ninguna manera si le haz dicho que lo amas y lo haces, al besarla no le traicionaste pues no son pareja, pero dime si tu le creerías a alguien que dice amarte y  luego está con alguien mas. Kise, si Yukio-san sabe de ello va a dudar de ti, de eso no hay duda.

—Es que... ya no puedo... no quería decirlo porque me hace sentir patético todo esto, no soy tan fuerte como Yukiocchi para estas cosas y siento que le sería decepcionante el saber todo, me sentiría avergonzado de ello. —Inhaló buscando sentirse mejor y continuó— Cuando lo insulté, yo no... no deseaba hacerlo, pretendía calmarlo pero me molesté porque... sentí celos de Yukiocchi, padre no estuvo mucho tiempo con ninguno de los dos pero cuando estaba conmigo siempre hablaba de lo increible que era Yukiocchi, siempre le odié sin conocerlo y cuando lo hice, todo fue diferente, el no era exactamente la persona que esperé. Tal vez quedó resentimiento en mi y no supe controlarlo. Bien, lo otro es mas complicado para mi...

Aunque... ya que lo pensaba, hubiera sido mas facil explicarle a Yukio que su padre siempre hablaba de el y en verdad le apreciaba, talvez así se evitaban de tanto lío, bueno, se justifica con que Yukio nunca le dio la oportunidad de explicar todo el asunto pues con la huída y luego su pelea... uf su pelea, ya no quería recordarla, se sentía patético con simplemente pensar en lo que dijo.

—Simplemente no se que hacer, Yukiocchi no me habla, no me responde mensajes, no quiere verme, me siento frustrado, nunca me habian rechazado y menos de esa manera... pero lo peor es que es Yukiocchi,  esta vez... es que ella me recordó a Yukiocchi, no era tan bonita como el, ni tenia unas piernas hermosas como las suyas, esa bella expresión al enfadarse, su cabello de un inigualable negro azabache, ese par de...

—Kise-kun, al punto.

—Ah si, me desvié del tema. Fueron sus ojos los que me hicieron verlo en ella, no daban la misma sensación que dan los de el, pero simplemente me perdí, quería... no, deseaba verlo, sentirlo, tenerlo, estaba desesperado por tener un minimo contacto con el... y la besé pensando que era el —Suspiró con tristeza— pero no era, lo sentí en ese mismo instante al tener contacto con ella, no se comparaba en nada a el, a la calidez que me transmite, era diferente, completamente opuesta a el.

—Dile eso, lo que acabas de decirme. Seguro y creerá en ti.

—¿No se enfadará si le digo que la besé?

—No lo se, Yukio-san es tsundere algunas veces, talvez te de una patada.

Kise hizo un puchero inconforme, sin embargo desistió rapidamente pensando que sería justo que su Yukiocchi lo golpeara ya que según el sentía que lo engañó de alguna manera.

Bueno ya estaba casí resuelto el problema, dolo tenía que ir a buscar a Yukiocchi, explicarle todo, pedirle disculpas -de rodillas si era necesario- y rezarle a alguna deidad para que le ayudara a que todo se arreglara para pedirle que se casara con él el mismo día en que Takao y Midorima lo harían.

§

Un día habia transcurrido y las dudas no lograban disiparse, peor aún, las conjeturas aumentaba, cada una de ellas era terrible, los "Y si" abundaban y no tenía la respuesta.

"Y si ya no lo amaba"

"Y si nunca lo amó"

"Y si Kise habia ido a propósito para que el los viera besandose"

"Y si no sabia que el estaría allí"

Aún así, ¿Porqué Kise la besó?.

Estaba harto, nada lo convencía ni le llenaba, ahora no parecia existir algo que lo hiciese sentir bien, o al menos eso pensaba él.

—Yukio-san debería comer, enfermará.

—Hum... —Suspiró— Bien, pero ahora cuentame ¿Que haces aquí, Momoi?

—Estoy secuestrada...—Observó a su alrededor asegurándose de que nadie mas la escuchase— En realidad fue plan de Akashi el dejar que supuestamente me secuestraran para infiltrarme en la base de Harasawa, aunque parezco su sirvienta...

—Vaya...—Quiso preguntar más, sin embargo no tenia ganas de escuchar nada mas que sus propios pensamientos (aunque el hubiera preguntado)  y de esto se percató la pelirrosa.

—Me retiro— Hizo una leve inclinación y se marchó a la otra habitación.

Suspiró, nuevamente amaba el estar solo, despues de todo, la soledad no suele traicionarte, tu la traicionas a ella y eso era lo mejor de todo, que siempre estaría con el.

—Yukio, lo estuvimos pensando y te incluiremos con el grupo especial sokaiya.

—Podría escapar.

—Por eso te asignaré un grupo de vigilantes— Y agregó para si mismo— aunque no creo que lo hagas...

—Espero y sean buenos, los mataré sin piedad.—Declaró monótono.

Harasawa sonrió —No creo que le hagas eso a tu pequeño hermanito.

—Yo no tengo hermanos, mis padres me abandonaron, idiota.

—Así que eso te dijo Kasamatsu...—Suspiró— Deberás cuidar tu lenguaje Yukio, no soy cualquier hombre.

—Para mi no eres mas que un parásito.

—Bueno, talvez no pienses lo mismo ahora—Miró a la pequeña figura detras de la puerta estilo japonés—Entra pequeño, al fin puedes ver a tu hermano mayor, lo he traído de vuelta finalmente— Le sonrío tiernamente al pequeño de ojos azules que se asomaba temeroso.

—En verdad puedo...

—Ya has esperado mucho para poder verlo...

El pequeño sonrió y casí con lagrimas en sus ojos, corrió hacia Yukio quien se encontraba de pie y lo abrazó con efusividad.

—Padre, Yukio-nii finalmente... está aquí...

Y si, las sorpresas tambien abundaban en la vida de Yukio.

—¿H-hermano...? y si es tu p-padre... el es mi...

Que broma ¡Que mala broma!

—Así es, yo soy su padre, de ambos.

—Ja... jaja ha... no, imposible, otra mentira, seguro es eso, porque es ilógico... si, eso es, intentan engañarme con un niño que se parece a mi... sus ojos azules y... su rostro...—Lo miró confundido— ¿Tu... verdaderamente eres mi hermano?

—Si no, ¿quien mas sería? Yukio-nii.