Capítulo 3

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Nos montamos en la moto y me aferré a él con fuerza mientras aceleraba, amaba esa sensación de libertad que se siente cuando vas a toda velocidad en una moto.

Convencí a Lucas de pasar a mi casa para cambiarme de ropa, sabía que mi madre no estaría así que lo deje subir hasta mi cuarto conmigo. Continuaba con mi plan, así que me cambié frente a él, quería provocarlo y lo estaba logrando, podía ver su expresión en el espejo mientras me desvestía, pero nada sucedió, me puse unos jeans que debo decir que me quedaban excelente, una blusa blanca y tomé la chaqueta que Lucas me había regalado para salir en moto con él y finalmente nos fuimos.

No sabía a dónde iríamos, pero no importaba realmente, pasar tiempo con Lucas era de mis cosas favoritas. Conforme fuimos avanzando en el camino supe que nos dirigíamos al bosque, él tenía una cabaña allí que yo adoraba, ese era mi lugar favorito en el mundo, esa cabaña a su lado.

Cerré los ojos lo que quedaba de camino, mientras abrazaba a Lucas y dejaba que el viento despeinara mi cabello, me sentía relajada en ese instante.

Sentí como bajábamos la velocidad y supe que estábamos llegando, íbamos por el camino de tierra que llevaba a la cabaña, era un lugar muy acogedor, la cabaña, que más bien era una casa tenía un aspecto clásico por fuera pero en su interior era muy moderna.

Finalmente llegamos y me baje primero, estaba emocionada, estar ahí para mí era lo mejor del mundo. Corrí a abrir la puerta, por supuesto que yo tenía llaves, Lucas me dejaba ir ahí siempre que quería.

Entré y todo estaba tal cual como lo recordaba, tenía unos 5 meses sin estar ahí pero el lugar seguía siendo el mismo.

Lucas entró detrás  de mí  y se sentó en el sofá de la sala, cuando escuché  el ruido de unas motos a lo lejos.

-Haré unos negocios primero, no tomará mucho tiempo - me dijo - es mejor que esperes arriba pequeña.

Asentí, me extendió los brazos y fui directo a él, me abrazó unos segundos y me dio un beso en la frente antes de pedirme que subiera, obedecí de inmediato, sabía a qué negocios se refería.

Subí y me instalé en su habitación, pasé los múltiples cerrojos que tenía la puerta tal y como él me había enseñado, finalmente entré al closet y jale un compartimento que había en el techo detrás de la ropa, las escaleras del ático cayeron y me dispuse a subir.

El ático lo habíamos ambientado como una sala de películas, había un sofá cama que era de ensueño, era lo más cómodo de la vida, recientemente habíamos comprado un mini bar para colocarlo allí pero era primera vez que lo veía todo terminado.

Escuché las motos apagar sus motores, esperaba que a Lucas le tomará unos 20 minutos terminar con sus negocios. No era ningún secreto para mí lo que hacía Lucas, después de todo el me había mostrado todo de él, cada detalle, conocía a sus socios, a sus amigos que a su vez trabajaban para él, la verdad es que su reputación de chico malo no eran solo rumores.

Lucas Sparzza era de los traficantes de LCD más pesados de Philladelphia. Sabía exactamente de qué negocios se trataba, justamente por lo peligrosas que podían llegar a tornarse esas "reuniones de negocios" había equipado el cuarto con más seguridad, si algo salía mal y yo estaba en la casa tendría la tranquilidad de que nada me pasaría.

Pasaron unos 30 minutos cuando escuché las motos encender y alejarse, bajé del ático y esperé a que Lucas tocara la puerta antes de quitar los seguros, el había ideado un sin fin de tácticas de seguridad, toco la puerta como lo habíamos acordado y abrí, entro rápidamente y me abrazó casi desesperado, estuvimos así unos minutos, sabía que le causaba mucho estrés que yo me encontrara cuando debía tener esas reuniones.

La puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora