La puerta

Capítulo 10

Estaba totalmente helada, petrificada, bajo ninguna circunstancia esperaba escuchar esas palabras salir de la boca de Connor, no ahora, en realidad nunca, estaba tan descolocada que me quedé muda, con la boca abierta pero sin poder articular palabra alguna.

- April por favor, no te quedes callada, dime algo - dijo Connor casi rogándome.

No sabía que decir, ni siquiera podía hablar, estaba completamente paralizada, trataba de moverme pero mi cuerpo no respondía. Connor se paró en la puerta de la cocina y caminaba de un lado a otro, agitaba su cabello, desesperado por mi silencio terminó sentado en los últimos peldaños de la escalera.

Mi cuerpo finalmente reaccionó y me puse de pie de inmediato y caminé hasta la escalera para alcanzar a Connor, me arrodillé frente a él y tomé su rostro entre mis manos, titubeé un momento pero finalmente las palabras salieron.

- Co... Connor - dije a penas entre dientes y él subió su mirada hasta que se encontró con la mía - yo... me tomaste por sorpresa, tu... - trataba de que salieran de mi boca las palabras que pensaba pero era imposible.

- April, no quiero presionarte, quiero que sea como sea como tú quieras que sea, quiero que estés cómoda, yo solo... - bajo la cabeza mientras suspiraba - solo quiero que seas feliz.

Sus palabras hicieron un nudo en mi garganta y disparó un montón de recuerdos en mi memoria.

*Flash Back*

Mi primer día en este instituto, esto definitivamente no irá bien. Detesto ser la nueva, desteto este lugar y detesto el nuevo trabajo de mamá. Es absolutamente injusto que papá y yo renunciáramos a todo, a nuestros amigos, nuestra casa, nuestras vidas para que ella "se sienta realizada".

Finalmente no había escapatoria, estaba en la entrada del instituto, no había vuelta atrás. Me bajé del auto y me despedí de mi padre y me abrí paso entre todos los estudiantes, me sentía extraña, estúpida dentro del disfraz al que aquí llamaban uniforme, pero hasta ahora estaba pasando bastante desapercibida, nadie había notado mi existencia y agradecía no tener que lidiar con las miradas de todos sobre mi.

Busque mi horario de clases y me puse en marcha a mi primera asignatura del día, no podía ser peor, el primer día de clases y mi primera clase era matemáticas, ¿Qué clase de karma estoy pagando?

Entré al salón y sucedió lo que tanto temía, estaba casi lleno de estudiantes y todos voltearon a verme como un bicho raro, hasta que de repente un chico en una de las últimas filas me gritó algo.

- Eh! Te estaba esperando, ven te guardé una silla - dijo mientras me hacía señas.

Luego de eso todos parecieron perder el interés en mi, así que me dirigí hasta la silla junto a él.

- Gracias por eso - murmuré - sentía que iban a comerme viva - dije mientras me sentaba y le sonreía.

- No hay de que, se que no es fácil ser nuevo y mucho menos en este lugar - dijo mientras reía - mi nombre es Connor - añadió finalmente.

- Soy April - dije amistosamente.

- Lindo nombre princesita - dijo ruborizándose - es un placer conocerte.

•••

- Connor - dije volviendo de mis pensamientos - siempre has sido tan bueno conmigo, yo... yo no te he correspondido, no he sido buena, yo... - no pude continuar cuando él me interrumpió.

- Princesita - susurró mientras acariciaba mi rostro - nada en el pasado importa ahora, yo tampoco me he comportado de lo mejor últimamente, pero aquí estoy abriéndote mi corazón solo a ti nuevamente, porque solo a ti te pertenece y eso no ha cambiado, ni cambiará.

- Connor - dije en un sollozo ahogado entre lágrimas que venían de revueltas entre los recuerdos de todo lo que había pasado entre nosotros en el pasado y en las palabras que había escuchado de Connor hace unos segundos.

Respiré profundo mientras sus manos secaban delicadamente las lágrimas que corrían por mis mejillas.

- Connor yo desearía corresponderte, pero de la forma en que te mereces, no en medio de todo este problema, no en medio de tanta confusión y tantos sentimientos - hice una pausa mientras recobraba el aíre pues las lágrimas aún no paraban de salir - Yo te quiero mucho, muchísimo, tu lo sabes, siempre serás mi primer amor, pero siento que sería injusto para ti que te atara a mi con todo esto que siento por Lucas, toda esta rabia, toda la desilusión, con este corazón tan roto que me ha dejado... tu te mereces algo más que este desastre que soy ahora.

- April no hay una sola de las cosas que acabas de decir que yo no supiera ya... sé lo que estás pasando, sé todo lo que estás sintiendo, pero también sé que quiero ser yo quien esté a tu lado en todo momento, sé que quiero ser yo quien te consuele cuando despiertes a media noche por esa recurrente pesadilla - me sorprendí al escucharlo decir esas palabras y mi cara lo demostró completamente, no recordaba el echo de que fue Connor quien estuvo a mi lado cuando las pesadillas empezaron y que era el único que sabía de ellas - quiero ser quien tome tu mano y te ayude a levantarte cuando sientas que ya no tienes fuerzas, quiero estar ahí cuando me necesites, April yo quiero estar ahí cuando sane tu corazón.

Nuevamente Connor me había dejado sin aliento, sin palabras, balbucee algunas cosas tratando de responderle pero él me calló con sus labios, fue un beso corto, apenas si se rozaron nuestros labios, pero fue suficiente para estremecer todo mi cuerpo. Los recuerdo de la noche anterior arremetieron contra mí agresivamente logrando que me sonrojara en segundos y él lo notó.

- ¿Qué sucede princesita? - dijo haciendo a un lado un mechón de mi rostro - ¿Qué estás pensando? - preguntó curioso.

Sentí un calor recorrer todo mi cuerpo y quedarse alojado en mis mejillas, tragué saliva y como pude me dispuse a hablar.

- Connor, no quiero pensar en nadie más esta noche sino en ti y en lo bien que me siento a tu lado, quiero olvidar, solo quiero recordar tus labios, tus manos, tu aliento, solo quiero tenerte a ti en mi mente... Connor no quiero que pienses que te estoy usando porque no e...

No puede terminar de argumentar mis palabras cuando sus labios y los míos se unieron en un beso épico, podría decir que el mejor beso que me han dado en mi vida, disfrute cada segundo de él mientras entrelazaba mis dedos en su cabello, entonces Connor interrumpió nuestro beso.

- Déjame tenerte princesita - dijo con su voz aterciopelada y grave que embriagaba mis oídos y me hacía temblar - por favor - rogó nuevamente - déjame amarte y borrar todo el dolor, permíteme hacerte mía otra vez.

Sus manos me llevaron a sentarme a horcajadas sobre él en la escalera, mientras yo solo pude asentir mientras mi piel se erizaba cada vez que sentía sus manos sobre mi, no supe cómo ni cuándo pero de un momento a otro estábamos allí, haciendo el amor, entregándome por completo a Connor, él entregándose por completo a mi, haciéndome suya, haciéndome olvidar.