capitulo 5

4.8K 203 62
                                    


CINCO

Se casaron tres semanas después, un viernes por la tarde, después del trabajo, ante un juez que había accedido a celebrar la ceremonia en su despacho. Para completa sorpresa de Hermione, Mac era uno de los testigos, e incluso le guiñó el ojo cuando ella y Harry ocuparon sus puestos delante del juez. Presenciaron la ceremonia unos quince amigos del trabajo, cuyos discretos murmullos y cambios de postura proporcionaban un grato ruido de fondo. Hermione había concluido los quince días de preaviso en la oficina y había pasado la última semana dejándose las uñas para tener listo el piso y guardar o vender todo lo que no iban a usar.

El apartamento que por fin habían alquilado le había parecido demasiado caro, pero Harry había rebatido todas sus objeciones. Era un piso muy espacioso, tan grande como una casa de medianas dimensiones. Tenía siete habitaciones y una amplia terraza donde podrían hacer barbacoas y tomar el sol, y donde Hermione podría instalar su infinidad de plantas. También contaba con una chimenea de gas en el salón que, según sospechaba, era lo que había cautivado a Harry. Había contemplado la chimenea con una expresión de placer casi diabólico, y Hermione misma reconocía que había sentido varios estremecimientos de expectación al pensar en el cercano invierno y en las noches que pasarían delante del fuego.

A juicio de ella, lo mejor del apartamento era la administradora, que vivía en el piso de abajo. Luna Lovegood era una divorciada de treinta y dos años, escritora free lance además de administradora, y tenía el hijo de quince años más imponente que Hermione había visto nunca. Lorcan Scamander medía ya uno ochenta, pesaba setenta y seis kilos, todos ellos muy bien repartidos, y no solo se afeitaba cada dos días, sino que lo hacía por necesidad, lo cual era desconcertante. Tenía una voz fluida y profunda de barítono, y había heredado la belleza clásica italiana de su padre, desde los rizos negros hasta la nariz romana imperativa. Después de las clases, trabajaba en una pequeña tienda de comestibles y ayudaba a su madre con las tareas de la casa; para colmo, era el alumno más aventajado de su curso. Harry todavía no había conocido a Lorcan el Magnífico, como incluso Luna lo llamaba, con un ápice de admiración en la voz, como si no pudiera creer que hubiera dado a luz a un espécimen tan perfecto. Lorcan estaba ahorrando para ir a la universidad pero, por lo que Luna había dicho, cuando acabara el curso todavía le faltaría bastante dinero y, a no ser que tuviera la suerte de obtener una beca, tendría que recorrer un arduo y largo camino hacia la licenciatura.

Hermione no sabía si Harry tendría contactos en alguna universidad, pero no conocía a ningún joven que más mereciera un pequeño empujón que Lorcan Scamander.

Luna era una mujer sensata y amable; un poco corta de estatura y un poco entrada en carnes, aunque la carne era casi todo músculo. Tenía el pelo rubio y ojos tan grandes y azules, pero carecía del temperamento que fuerte. Abordaba todas las tareas con un sentido en práctico que las simplificaba enormemente; había ayudado a Hermione a colocar los muebles, dado que Harry había partido el lunes por la mañana de viaje de negocios y no había regresado hasta el jueves por la noche.

Hermione miró de reojo a Harry mientras el juez daba comienzo a la ceremonia. Llevaba un traje azul oscuro, con una impecable camisa a rayas finas de color azul claro, una corbata discreta de seda de tonos azul marino y burdeos, y un pañuelo de seda también burdeos que asomaba por el bolsillo de la chaqueta. El toque de color creaba un contraste espectacular con su tez morena.

Hermione se quedó momentáneamente sin aire, y el corazón empezó a palpitarle con fuerza al imaginar su noche de bodas. Solo habían tenido oportunidad de hacer el amor en tres ocasiones, ya que un aluvión de viajes había mantenido a Harry fuera de la ciudad y las funciones naturales del cuerpo de Hermione habían tenido el don de la importunidad. Lo deseaba; ya sentía el cuerpo débil y cálido.

Una nueva oportunidad (Harry y Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora