Alejandro

Señales.

Aún recuerdo aquella noche.

Mi celular sonó.

Era un mensaje tuyo avisándome que habías llegado.

La expresión de mi rostro cambió al instante.

Tardé mil horas en bajar.

¿Qué esperabas?, soy una mujer.

Una vanidosa, femenina y explosiva mujer.

Que siempre quiere ser y estar perfecta para ti.

Voy nerviosa, jugando con mis dedos en el taxi camino a la fiesta.

Él, lleva una camisa negra que lo hace lucir realmente atractivo, en la mirada lleva estrellas.

Yo, llevo mi cabello rizado y un ajustado vestido rojo que deja al descubierto algunas partes de mi piel, pero sobretodo, llevo serias intenciones de hacerlo sentir maravillosamente único esa noche.

No parabas de observar por la ventana para admirar el común y nada atractivo paisaje.

Yo no paraba de observarte a ti fijamente para admirar lo que para mí, era lo más hermoso que podía tener en toda mi vida.

Supongo que esa era una señal clara para mí, pero no fui capaz de verla.

Ni esa, ni ninguna otra.