Abandono.

83 7 0
                                    

Juro que las ganas de conservarte a mi lado y no perderte jamás, estaban inyectadas en mis venas.

Pero no en las tuyas.

He luchado día tras día y noche tras noche contra todos y todo, sin excepción, para aceptarte los errores, perdonarte todas y cada una de las heridas que me has dejado todo el tiempo que hemos pasado juntos, y hacerte ver que tus defectos eran lo que yo más amo de ti.

Dentro de tu mente, existe la idea de que alejarte de mí es la mejor forma de dejar de hacerme daño.

Tal vez por eso, abandonarme se ha vuelto parte de tus costumbres.

Y te puedo decir que cuando lo haces, me haces más daño de lo que nunca jamás te podrías imaginar.

Eran ya últimos días del séptimo mes del año cuando te hallabas sentado en nuestro sofá favorito.

Mientras tenías tus manos entrelazadas con las mías y lágrimas en los ojos, dijiste:
—Estoy cansado de hacerte daño, de lastimarte y hacerte sufrir, ya no quiero. Te lo juro, estoy harto.

Y por algún extraño motivo, al decir eso, me invadió la seguridad de que pronto me ibas a abandonar otra vez.

Ojalá me hubiera equivocado.

AlejandroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora