En el velorio de nuestros sueños,
La mente se acaba los versos de los fieles corazones vagos y solos,
Carcome el pestañeo las almas perdidas y afanadas,
Los tristes solo beben del sifón de ilusiones y los amargos besos de la perra vida,
No se comen las ansias ni se saborean los anhelos,
No se aporrean los árboles en los jardines de los abuelos,
Ni se cortan las flores de los patios traseros,
En el velorio de nuestros sueños,
Cada instante es positivo pues tiempo no hay para cosas contrarias,
Las putas y las rameras son santas pero no virgenes,
Y unas ganas de amarme a mi mismo, desaparecen, desaparecen, desaparecen.
En el velorio de nuestros sueños,
Las alcantarillas recorren las venas de las reencarnaciones,
Y la luna se rie de nosotros por querer conquistarla.
Que ramera la luna.
En el velorio de nuestros sueños,
A duras penas dormimos bien.