Por allá van las oleadas de viento,
En los caminos viejos y marchitos,
Por allá va la Linda con tiempo,
Para despedir al marido,
Que despierta para trabajar,
Le guarda amor, unas rosquillitas y café,
El hombre lleva una flor, tiene hambre y tiene sed,
La Linda lo cuida lo ama y lo cela,
Su corazón no tiene espacio para más,
En sus manos sólo bastan los abrazos y en su mente el nombre del tal Juan.
Por otro lado está la Cinthya,
No tiene tía pero tiene amor,
Ella misma lava sus arapos mientras canta una canción,
La Cinthya lava, la Cinthya plancha, la Cinthya también ama y no está demás,
Por allí tiene las camisas de hombre,
Las está planchando para entregar,
No es que le trabaje a alguien,
Sino que su hombre va a llegar,
Sin cuidado en el camino, por allí luego de las seis,
Por fin llega el macho,
El tal mentado Juan.
En la Policía está la Juana,
Jefa socia y oficial,
La Juana María es potranca,
Y arrecha con naturalidad,
Esa Juana no tiene hombre,
Pero un polvito le cae bien,
Pasado de las once o a veces a las diez,
No llega ni antes ni llega después,
Puntual el hombre como que va al servicio militar,
Para la Juana es un cadete,
Aunque el Juan se crea militar.
Llegan las doce y en el almuerzo,
Come pollito con frijoles,
Una gaseosa que le dio la Juana,
Mientras el piensa en sus amores,
No sabe que hace ni que hará,
Si las tres de llegan a encontrar,
Menos mal que son primas,
Pero secretos no se saben contar,
Que buena conquista la de ese tipo,
Un cadete o militar,
Sea lo que sea,
Que cachimbiada le van a pegar,
Cuando la Linda, la Cinthya y la Juana María,
Juntas lo vayan a agarrar,
En la esquina menos pensada,
Un cachimbazo se va a ganar,
Pues por allí cuentan las malas lenguas,
Que la Juana pega duró,
La Cinthya aruña fuerte,
Y la Linda saca garrote,
Pobre de Juan,
Cuando lo vean allá en las calles de Nagarote.
(Comedia literaria)
