Cap 11

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Me desperté con un dolor en el costado horrible, abrí mis ojos y miré a mi alrededor.

No estaba en casa.

Me incorporé del sofá en el que estaba tumbada y me toqué el costado. Levanté un poco mi camisa y noté que tenía un vendaje puesto que rodeaba mi abdomen y cubría la herida.

Busqué mi móvil, las 5 de la madrugada. Todo estaba en silencio y poca luz entraba por la ventana.

Y entonces lo noté, noté su mirada demoníaca sobre mí, observándome desde las sombras. Intenté levantarme pero no pude, mi costado ardía y el dolor no me dejaba moverme.

Antes de que soltara un gemido de dolor, él ya estaba a mi lado, ayudándome a sentarme en el sofá

- ¿Dónde estamos?

- ¿Eso es lo primero que le vas a decir al hombre que te salvo la vida?- inquirió alzando una ceja

- no, eso es lo primero que le digo al idiota de turno que se metió en medio de una pelea de cazademonios.

- tú no eres una cazademonios

- te sorprendería las cosas que he hecho...

Y si, tal vez no fuera una cazademonios y no hubiera matado a ninguno, pero si los he torturado... no estoy orgullosa de ello, pero lo he hecho. Siempre he perseguido a demonios malos, nunca he torturado a un niño, anciano o a alguna mujer.

Le escucho suspirar mientras se sienta a mi lado

- ¿sabes donde estamos? - yo asiento, ya lo he averiguado- Estamos en la casa principal de la tribu del colmillo de Acero.

- ¿Cómo se te ocurre traerme aquí? - le digo dolida- podías haberme llevado a casa o dejrme a cargo de Koga o-

- ¡Eso nunca! ¡Ese lobo no tiene porqué cuidarte!

- ¡No me grites!

- ¡No me grites tu a mí tampoco, niña!

- ¡Tenemos la misma edad idiota!

El gruñe y me mira fijamente

- eres...¡una desagradecida! Estoy intentando ser simpático para que te fijes en mi y te olvides de una maldita vez en esa idiotez de que no serás mi compañera

- ¡No es una idiotez y no estás siendo simpático! ¡Técnicamente me has secuestrado!

- con que, te he secuestrado...- suelta con sarcasmo- ¿entonces por qué no te quejaste mientras te llevaba en brazos?

- estaba débil

- ambos sabemos que eso es una completa mentira...- dijo mirándola de arriba a abajo

- ¡por más que lo intentes no formaré parte de tu vida como tú quieres!- le chillé

-¿y por qué no? Soy guapo, listo, atlético, fuerte, con buenos genes...

-¡No me importa Inuyasha! - le grité en la cara- ¡me da igual lo guapo que seas, lo fuerte que seas o lo idiota que seas...! ¡Si buscase un novio buscaría a un chico divertido y atento sin importar si es rubio, moreno o pelirrojo!

- ¿Qué quieres entonces? ¿Quieres que cambie para ti?

-¡No! ¡No tienes que cambiar por nadie, menos por mi!

Me miró como confundido y paro aquella discusión por un momento

- tu herida...-dice mirando al suelo- no deberías gritar, puede que te duela más...

Suspiro para tranquilizarme. 

Tiene razón, la herida me está molestando más que antes.

Lo miró de reojo, sigue con esa mirada hacia el infinito, evitando mirar a algo en concreto...

Puede que me haya pasado, lo hizo con buena intención, después de todo...

Asi y con esos pensamientos me acerco a darle un beso en la mejilla

- gracias por cuidar de mi, Inuyasha - digo en voz baja 

El silencio vuele a cubrir la atmósfera

- bipolar

- ¿perdona?

- acabas de decirme que no me darás una oportunidad, que no te gusto como soy y luego llegas y me das un beso...- me tumbó en el sofá y se puso encima- eres maléfica

- ¿y tú qué? Vienes, te comportas como un caballero, luego me gritas, después te tranquilizas y ahora me quedas entre el sofá y tú...

Él sonríe y su trenza cae a un lado de su cabeza mientras se encoge de hombros

- estamos hechos el uno para el otro, y lo repetiré hasta que me canse o hasta que te entre en la cabeza, lo que pase primero.

- entonces será hasta que te canses...

- maléfica, eres una humana maléfica- dice apegándose más a mí

Noto su mano en mi mejilla y me acoplo a ella, veo como se acerca más y más

- Inuyasha, ¿ya la estás acosando?

- vete a la mierda, Gastón - bufa y me besa mientras sus dos manos acunan mi cara.

Cierro los ojos mientras sus labios se mueven sobre los míos y su lengua recorre mi boca, agarro su trenza y tiró de ella para que se acerque aún más, sus brazos me acorralan su presencia me invade y en lo único que pienso además de que su lengua acaba de entrar en mi boca es que, tal vez, si sea un poco bipolar... porque me está gustando demasiado este beso.

Mi Compañero Favorito (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora