Cap 24

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- bien, ya estamos aquí - soltó Koga

Todos miramos el gran tramo de escaleras que teníamos por delante para llegar al santuario maldito. Eran realmente demasiados...

- ¿Vamos a tener que subir todo eso?- dijo Kikyo- Aunque mire hacia arriba no veo el final...

Inuyasha se puso delante de mí y me subió a su espalda.

- Nosotros llegaremos antes.- afirmó

- ¿Eso es un reto, perro?- preguntó Koga sonriendo de lado

Inuyasha asintió con la cabeza y yo me sujeté a él lo más fuerte posible mientras empezaba a subir las escaleras a una gran velocidad

- ¡Koga!- exclamó Kikyo mientras la cargaba estilo nupcial

- ¡Eso es trampa Inuyasha!

Inuyasha sonrió para después ponerse a reír.

- sujétate fuerte, llegaremos enseguida...

Me aferre a sus hombros mientras reposaba mi cabeza en su espalda y observaba nuestro alrededor.

Había miles de árboles altos que robaban claridad al Sol, la tierra estaba cubierta de hojas, pero, el camino, las escaleras estaban impecables...parecían nuevas, ni una sola hoja en ella, ni una grieta, nada.

Tampoco había brisa y, aunque el Sol iluminara, no notabas su calor... ¿Eso era un santuario maldito?

Un rugido alertó a los cuatro visitantes.

- ¿Qué ha sido eso? - pregunté cuando el ruido se repitió.

Una barrera púrpura apareció sobre nosotros mientras todo comenzaba a temblar.

- ¡Por aquí, perro!- exclamó Koga mientras se salía del camino.

- Agárrate fuerte, princesa

Inuyasha empezó a seguir a Koga que llevaba a Kikyo

 De repente la tierra tembló y nos separamos de ellos...

- ¡Kagome! - escuché gritar a Kikyo pero ya no los veíamos

- ¡Aléjate, Koga!- le chillé al volver a sufrir un temblor y ver cómo intentaba acercarse

Inuyasha me agarró aún más fuerte con sus manos, mis muslos dolían de lo fuerte que los apretaba mientras intentábamos volver al camino, ya que nos habíamos dado por vencidos de encontrar a Koga y Kikyo.

Escuché un golpe sordo y, en un instante, todo se volvió negro, mientras escuchaba a Inuyasha llamarme, su voz hacía eco y parecía estar cada vez más y más lejos...

No sé cuánto tiempo pasé inconsciente pero cuando desperté el cielo había oscurecido, alguien acariciaba mi pelo suavemente con su mano... abrí los ojos para encontrarme con los de mi compañero

- un susto más así, Kagome, y te ataré a la cama.

Sonreí ante su ocurrencia mientras me incorporaba y me sentaba a su lado.

No fue hasta entonces que me di cuenta del frío que hacía, de la fogata que teníamos al lado y de un joven que se sentaba frente a nosotros.

- Es cierto,- comenzó Inuyasha- encontré al monje perdido, él es...

- Miroku... - susurré

- ¿Cómo estás, Kagome?


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Por cierto, me nominaron a contestar a 13 preguntas que me hicieran mis lectores, así que comenten y si sobre pasan las 13, escogeré las preguntas que vea más interesantes, en el próximo capítulo las responderé.

Sin nada más que decir, me despido hasta la próxima!

Mi Compañero Favorito (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora