Cap 7

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Sus manos se posaron en la pared dejándome entre sus brazos y con la lengua de Inuyasha en mi cuello.

- ¡Para de una maldita vez, hanyou! O si no...

- ¿Te volverás mi compañera?

- ¡Qué! Ni de broma...

- Claro que si, serás toda mía... - su lengua subió a mi mejilla y después mordió mi oreja.- Eres fuerte, aún sin el poder de la Perla, eres perfecta para mí y además, tu olor es dulce.

Me sonroje a más no poder y lo aleje de mí colocando las manos en su pecho.

- Aléjate, no quiero tener nada contigo.

- Eso lo dices ahora - sonrió.

No le mire y empezé a bajar las escaleras para entrar a mi clase y... Y cambié de opinión.

Mandé un mensaje a Sango, para que luego fuera ella a llevarme las cosas a casa y salí corriendo del instituto.

Llegué a casa corriendo y sonreí al acordarme de que mi madre mi hermano estaban de viaje.

No puedo confiar en Inuyasha... Si es que realmente se llama así...

Estaba demasiado cansada para pensarlo... tal vez después llamaría a Koga-kun, el exorcista demonios y lucha con ellos... Tal vez podamos hacer ver a ese hanyou que está totalmente equivocado, no le daré la Perla.

Me cambié de ropa y me tumbé en la cama con Buyo a mi lado.

Poco tiempo después oí el timbre sonar y no me levante a abrir... No lo escuché más y me volví a dormir.

Serían aproximadamente las cuatro de la tarde. Aún tenía los ojos cerrados pero ya estaba despierta, poco a poco note cada vez más luz entrar por la ventana, empezaba a hacer calor

Abrí los ojos y corrí las cortinas mientras suspiraba, en cuanto me di la vuelta ahí estaba el, con mi mochila es unas manos mientras se apoyaba en el marco de la puerta

- ¿ Qué haces aquí?

- ¿Eso es lo primero que le dices a un compañero?

- ¡Vete a la mierda! Hace nada querías violarme y conseguir la Perla.

El sonrió de lado

- Y sigo queriendo...

Me puse roja de rabia y agarré mi arco poniendo una flecha dirigida a él.

- Vete.

Él me miró aún sonriendo y yo también sonreí soltando la flecha de mis dedos.

Mi flecha salio disparada al otro lado del cuarto y atravesó la pared perdiéndose a la vista

Continúe con la sonrisa mientras el se sentaba en mi cama

-¿No me vas a acompañar?

- No vas a conseguir la Perla...

Sus ojos dorados me miraron y yo solo le seguí la corriente sentándome junto a él.

El me sentó en su regazo, como había hecho el primer dia de clases, cosa que me trajo nostalgia de aquel Inuyasha amable y considerado... Y cálido.

Pero era una pena que ese Inuyasha no existiera.

Cuando sus manos pasaron por mi cintura para mantenerme allí noté que aún tenía esa dulce calidad en su pecho que hacía querer estar ahí para siempre...

- Entonces, ¿te has tranquilizado?- me preguntó

La flecha volvió atravesando la pared y rasgando la mejilla de aquel demonio.

- Sí, ahora sí.

Mi Compañero Favorito (INUYASHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora