indicaciones

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Alec jamas se había sentido atraído por nadie, no sabía si se debía a que siempre estaba trabajando y estudiando o por algún defecto de fábrica.
Nunca espero enamorarse, jamás busco el amor, todas sus metas eran mayormente académicas. Pero aquí estaba perdido en unos hermosos ojos gatunos.

Se escuchó un sonido estridente proveniente de la habitación de Magnus, en ese lugar no había colocado camaras o sensores.

Se deslizo hábilmente hasta la habitación del ojiverde tras él.

Abrió la puerta y estaba a punto de actuar cuando una criatura  salio corriendo rumbo a Magnus.

- pero que rayos?!- Alec actuó por reflejo y lo atrapo. Unos enormes ojos gatunos lo observaban.

-gracias Alexander, me has salvado la vida de esta horrenda criatura!- dijo con exageración- presidente pudo haber destruido toda mi dotación de purpurina de no ser por ti.- miro el desastre en el piso.

-presidente?

-mi gato- dijo sin importancia

- pues debiste informarme que tenias un gato- reprocho

-no preguntaste

- sigueme  Bane- dijo caminando rumbo al comedor. Acomodo la silla para que Magnus se sentara y tomo el lugar  frente él. Lo miro a los ojos- hablemos de nuestras responsabilidades.

Magnus rodó los ojos-  nuestras?

-nuestras Bane- su tono era serio y su mirada impenetrable- mi responsabilidad es mantenerte a salvo y la tuya es ayudarme a ello. A partir de hoy viajaras en mi auto, iré a donde tú vayas, si te doy alguna indicación la seguirás sin cuestionar. Habrá ocasiones en que tenga que ir a realizar asuntos personales y tu tendrás que venir conmigo, cuando eso pase, te prometo ser breve. A partir de este momento yo manejaré tu agenda y me encargare de todo lo que necesites- concluyo.

-todo lo que necesite?- dijo con una sonrisa insinuosa.

Alec lo miro con mala cara, aunque se sonrojo. Se puso de pie y desapareció en la cocina. Cuando volvió traía una charola con comida que coloco frente a Magnus .

-desayuna, tienes una cita con Isabelle y se nos hace tarde- y desapareció en la habitación de Magnus.

***
Desayuno rápidamente, le intrigaba lo que Alec haría en su habitación.

Se acerco a la puerta lo más sigiloso que pudo, escucho a Alec hablando por teléfono.

-gracias izzy, entonces, nos vemos en un rato- Magnus abrió la puerta y encontró todo perfectamente ordenado y la purpurina en el piso ya no estaba.

-escuchando tras la puerta Bane?

-¿como?...olvidalo, ¿que crees que haces con mi ropa?

-la llevare a la lavandería- usó una voz que indicaba que preguntó algo muy tonto.

-magy se encarga de eso- le informo

- ya no más, no mientras este yo aquí. Así que me haré cargo de esto- dijo mostrando la montaña de ropa.- y no te preocupes la señora margarita fue reubicada de otro trabajo.

Magnus se frotó la sien, Alexander lo volvería loco. -como sea- intento sonar indiferente pero la verdad era que extrañaría a magy- Si vas a dormir aquí, usaras esa habitación- señalo la puerta de al lado.

El ojiazul salio con la ropa y luego volvió para dejar su maleta en la habitación que le indico el ojiverde.

Magnus sintió una extraña explosión de alegría al ver a Alec llevando sus cosas a la que ahora seria su habitación. Vivirían bajo el mismo techo lo cual era fascinante pero aterrador, un choque de emociones.

- vamos?-  Alec lo apresuro.

El moreno miro el auto, Alec no tenia mal gusto su charger era genial. El ojiazul le abrió la puerta trasera pero magnus lo ignoro y paso de largo posicionándose en el asiento del copiloto.

-que crees que haces?- pregunto alec alzando una ceja.

-me pongo comodo- magnus se miro las uñas como si fuese lo mas interesante del mundo.

El ojiazul no discutió mas, solo se inclino para colocarle el cinturón de seguridad, Algo que hizo que magnus se sonrojara.

Se subió al auto y manejo rumbo a la empresa de su hermana.

El auto se movía velozmente por las calles de nueva york

-sabes- Magnus rompió el silencio- me pareces bastante cuidadoso y responsable, pero, manejas como un maniaco, lo cual hace que me pregunte ¿estoy equivocado?, porque eso no te hace muy responsable, si hay una palabra para describirlo sería: peligroso

-te sientes en peligro Bane!- Alec tenia la vista fija en el camino.

-no- contesto muy seguro.

-eso quiere decir que estoy haciendo un buen trabajo- sonrió de lado y eso provoco un suspiro a Magnus.-sucede algo?- pregunto preocupado.

-no. Solo extraño mi auto- mintió

-quizá un día de estos lo usemos, para que no lo extrañes tanto- puso su mano libre en el hombro del moreno, fue solo un momento antes de volverla a la palanca de velocidades. Y dejo a magnus perdido en el tiempo y el espacio con sus emociones a punto de estallar.

Malec  Te protegeréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora