Yoongi ya estaba cansado de aquella verdulería, no había nada divertido y el setenta porciento de sus clientes eran ancianas que pedían cuatro kilos de cada fruta y verdura por lo que su trabajo se intensificaba.Estaba jugando con la balanza a pesar cualquier cosa, cuando la campanilla lo hizo voltear hacia la puerta.
–Buen día.–Y sí que era un buen día para Min Yoongi.
Aquel chico parecía pronunciar tres sonrisas si contábamos las de sus ojos.
–¿En qué puedo ayudarte?–Era lo que el chico de color menta siempre respondía.
Una pequeña risa por parte del cliente hizo que Yoongi quisiera esbozar una sonrisa. Pero debía contenerse si no quería parecer raro.
–Ya deberías saberlo Yoongi–Un pequeño color carmín se asomaba por las mejillas del mayor al escuchar su nombre ser pronunciado por aquellos labios color fresa, y debían saber a fresa siendo que parecía lo único que consumía el pelinaranja.
–Ya...–Se rió–¿Cuántos kilos esta vez?–
Se levantó del mostrador y cortó una bolsa del rollo de plástico. Una vez que se acercó al cajon con aquellos pequeños frutos, volteó a verlo esperando una respuesta.
–Mhm... esta vez será un kilo.–La voz suave de este llenó los oídos de Yoongi, quien quería responder, pero no podía.
Una vez que el mayor llenó la bolsa con el peso que le parecía adecuado, lo pesó y envolvió.
–Aquí tienes pequeñín.–El mencionado arqueó una ceja y le entregó el dinero.
–¿Pequeñín?–
–Mhm...–Musitó riendo el otro.
–¿Qué clase de apodo es ese?–Era oficial. A Min Yoongi le encantaba esa voz.–Es injusto, ¡tenemos la misma altura!
–No se tu nombre, pero tú sabes el mío. El mundo está lleno de injusticias.–Torció sus labios, pero logró sacar una sonrisa en aquellos labios rosados que tanto anhelaba.
–Soy Jimin. Park Jimin.
–Un gusto Jimin Park Jimin.–El otro rió ante el estúpido chiste que el mayor había hecho.–Espero verte pronto.
El pelinaranja asintió y salió de la tienda con una sonrisa.
Yoongi dejó escapar un suspiro, pero apenas el aire dejó de salir. La campanilla volvió a sonar.
–Me has dado dos kilos.–Apareció nuevamente con la bolsa en sus manos mostrando la etiqueta con el precio y peso.
Yoongi rió y le guiñó el ojo.–Ups, creo que me confundí, estaba muy concentrado mirando tus labios.
La cara del menor prontamente había cambiado de color obligándolo a que la cubriera con sus pequeñas manos.
–Adiós Yoongi. Gracias–Diciendo lo último con un sonido aspirado, salió de ahí dejando a un hyung satisfecho.
-
Ya era hora de cerrar, por lo tanto decidió que debía apagar las luces para que nadie lo interviniera en su acto de cierre.
El chirrido de las persianas cerrándose frente a él era un tanto gratificante. Al fin podría volver a casa.
Mientras observa como estas bajan lentamente ya fuera de la tienda, oye una risa que es inconfundible.
–¡Son muy saludables y ricas!–El pelinaranja le entregó una de sus tantas fresas al niño frente a él. Ambos sentados en la pequeña escalera de apenas 2 escalones frente a la entrada del edificio contrario.
–Pero, ¿no hace mal que comas tantas?– "Buena pregunta" pensó Yoongi.
–Aquí me ves, fuerte y saludable.–Flexionó uno de sus brazos marcando sus biceps. El niño quedó sorprendido, y así también quedó el mayor.
–¡Euntaek!– Al parecer, aquel era el nombre del niño. Ya que este desesperadamente respondió a él.–¡Te he estado buscando! No vuelvas a irte de mi lado así. ¿Lo prometes?-
El niño la envolvió en su brazos asintiendo. Volteó a ver a Jimin y este observaba la situación aún comiendo las fresas.
No pudo evitar soltar una risa sarcástica. "¿Cómo puede comer fresas tan tranquilo en una situación así?"
–Gracias.–Le dijo la madre del niño al pelinaranja, este asintió dándole una fresa al niño.
El niño le sonrió a Jimin y al comerla, extendió su brazo con el pulgar arriba dándole a entender que le gustaba.
Yoongi decidió acercarse sigilosamente y sentarse al lado de él.
–¿Yoongi?–Jimin lo miró e instantáneamente le regaló una sonrisa.
–¿Por qué estás afuera?–Le dió una mirada a la casi vacía bolsa.–¿Te has comido casi los dos kilos?
Le regaló otra sonrisa sin mostrar sus dientes ya que estaba masticando aun la fresa.
Cuando finalmente la tragó, no dudó en poner otra en sus dientes. Pero esta vez enseñándola con su boca entreabierta. Miró a Yoongi y le dedicó otra sonrisa con sus ojos.El de cabellos color menta no dudó un segundo y finalmente hizo lo que anhelaba hace semanas.
Se adelantó un poco sobre el menor y robó la fresa de sus labios. Rápidamente los ojos de Jimin se agrandaron en sorpresa.
Ahora era Yoongi el que tenía la fresa entre sus dientes junto con una sonrisa.
–Oye... era mi fresa.–Respondió puchereando un poco.
–Ahora es mía, a menos que quieras quitármela.–Enarcó una ceja.
Yoongi no esperaba que respondiera. Él claramente lo había dicho para molestarlo, pero en cuanto el pelinaranja se abalanzó sobre el mayor e intentó robar la fresa, Yoongi supo que era su oportunidad y puso un poco de resistencia, ocultando la fresa más al fondo.
Aquella acción obligó al menor a utilizar su lengua para encontrarla. Para ese entonces Yoongi ya había posado la mano en la mejilla del otro atrayendo su cara más cerca.El mayor estaba sumido en el enloquecedor sabor de los labios del menor provacando que en un descuido, Jimin tomara la fresa de su boca.
Al separarse, el ganador masticó la fresa victorioso.
–No creí que te atrevieras.–Yoongi se apoyó hacia atrás con sus manos.
–Amo las fresas, no desperdiciaría ninguna sin razón.–Al escuchar eso, el de cabello color menta fingió dolor en su corazón.
–Pero al niño le diste una.–Acotó torciendo sus labios.
–Pero era tierno.
–¿Acaso yo no lo soy?–Acomodó sus manos bajo su mentón intentando lucir tierno.
Jimin sólo infló sus cachetes para luego dejar salir una linda risa.
–Si lo eres, Yoongi hyung.–El mencionado volvió a fingir otro ataque al corazón, provocando otra risita.
–¿Vives aquí?–Hizo una gesto con la cabeza señalando a el edificio arriba de ellos.
–Así es.
–Entonces ve adentro que ya está demasiado oscuro.–Yoongi prosiguió a levantarse y así también lo hizo Jimin.
–Adiós hyung.–Metió otra fresa y lo sacudió su mano en forma de saludo.
Al voltear, rápidamente Yoongi lo giró haciendo contacto con los labios del menor.–Pero... no comiste la fresa. ¿Por qué lo hiciste?–El mayor le guiñó el ojo y antes de irse le respondió.
–Por que no era la fresa lo que quería comer.
-Ayy no esperaba que me apoyaran tanto con esto quiero llorar.
¿Debería agregar drama o sólo hacer un fic fluff?
ESTÁS LEYENDO
strawberry lips; yoonmin [ cancelled ]
FanfictionLos labios del pequeño Park Jimin siempre tintaban de aquel color rosa. El mayor moría por probar al menos una vez, aquellos labios color fresa que tanto le enloquecían. december 2016