Acto 9

641 77 51
                                    


Acto 9.


La vida, da vueltas inesperadas. Podemos estar en un momento completamente seguros de los pasos que vamos dando, y de un momento a otro venir una ola y borrar el camino marcado. No es terrible sentir miedo a lo que vendrá, no es malo equivocarse o volver sobre tus pasos para reflexionar. Lo importante es que luego de decidirte, continúes siempre con la cabeza en alto y sin dudar de aquello que estas decidiendo. Entrega todo lo que tengas en lo que te apasiona, no dejes que nadie te opaque jamás. Y sobre todo, no te dejes llevar por la desesperación.

Tres chicos muy similares descansaban en una banca de un concurrido parque. Uno estaba fumando relajadamente, mientras los otros dos se veían confundidos y recelosos con aquel sujeto. Karamatsu no sabía exactamente que preguntar en aquella situación, su cabeza era un lio, lleno de negaciones y posibles hipótesis locas dando vuelva por ella.

-Déjame ver si te entiendo...- Interrumpió el silencio Ichimatsu – Andas buscando a tus hermanos.-

-Así es.- Respondió tranquilamente el extraño muchacho, expulsando todo el humo que tenía en los pulmones.

-Se apellidan Matsuno y viven en esta ciudad.- Continúo Ichimatsu.

-Se supone que sí.- Aseguro relajadamente una vez más, haciendo enojar al más joven.

-¿Pero y quien mierda eres tú?- Replicó perdiendo la paciencia.

-¡Hey! más respeto con los mayores Mocoso-Reprendió burlonamente el aludido. – Mi padre falleció ayer, somos de Kyoto, así que he viajado mucho para llegar acá, muestra algo de respeto.- Espetó molesto mientras se estiraba.

-¡Vete a la mierda! Además no me vengas con que es un viaje largo, solo son tres horas en tren ¡Maldito vago idiota!-

- Lo siento mucho...- interrumpió finalmente Karamatsu, antes de que la situación se saliera de control – Pero necesito saber a qué te refieres con los hermanos- Cuestiono el chico doloroso, mientras inconscientemente frotaba los hombros de Ichi, para que este se calmara, dando resultado. Oso los observo unos momentos antes de contestar.

-Pues eso, mi papá antes de morir me pidió que le avisara a sus otros dos hijos que había muerto.- comentó despreocupado –Dijo que uno llevaba su mismo apellido y que vivía aquí en Tokyo, el otro no estaba muy seguro, pero supongo que será lo mismo. Ese viejo andaba dejando hijos por todos lados al parecer.-

-Hay muchos Matsuno aquí en Tokyo- Comento en un tono rudo el arisco muchacho – Podrían ser cualquier otro par de imbéciles.-

-Cierto, pero, ¿Ustedes no son Matsuno?- Pregunto inquisitivamente Osomatsu.

-Sí.- Dijo Karamatsu – Pero dudo mucho que seamos aquellos que buscas...-

-¿Por qué no? Ambos son hermanos y son Matsunos, para mi es prueba suficiente.-

-No somos hermanos.- Replico cortantemente Ichimatsu, empezando a molestarse de nuevo.

-¿A no?- Dijo dudoso el otro. – ¿Están seguros?-

-Sí, completamente.- Contesto Karamatsu. – Ichimatsu y yo no tenemos ningún tipo de parentesco sanguíneo. –

El mayor los escudriño con su mirada a ambos. Eran muy parecidos a simple vista, pese a las obvias diferencias de expresiones o estilos.

-Yo no me confiaría, yo hasta ayer creía ser hijo único, y ahora heme aquí, buscando a dos hermanos perdidos- Declaro Osomatsu.

-¡El hecho de que ambos seamos Matsuno no significa nada!- Respondió enojado Ichimatsu, perdiendo la paciencia poco a poco – Mi papá es Matsuno, de ahí viene mi apellido, es imposible que este emparejado contigo o con Karamatsu.-

Cuando cierro los ojos / KaraIchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora