La vida es algo incierta, hay momentos en que crees que tienes todo bajo control y simplemente te dedicas a ver los días pasar sin mayores preocupaciones o emociones, te remites a ver pasar la vida delante de tus ojos dejando que se escape como agua entre tus dedos, sin pararte a pensar si realmente estás haciendo algo productivo, hay días en que eso no importa en lo más mínimo.
O al menos eso quería pensar Ichimatsu, aburrido de la monotonía de la vida, de ver los días pasar sin ningún sentido, de ser un bucle constante de levantarse, comer y dormir, decide que no se preocupará nunca más de las emociones que no le estaba dando la vida o lo bella que se supone que es, se encierra en sí mismo y se dedica a esperar la muerte lentamente.
Jamás le falto cariño de su familia, nunca le paso algo traumático en su infancia, sus compañeros no lo molestaban en la escuela, su vida era básicamente normal, sin emociones o acciones que desencadenaran este desencanto de ella, y eso solamente hacía sentir aún peor a Ichimatsu; si al menos tuviera una razón para sentirse miserable, pensaba constantemente.
Pero no había nada que hacer, la vida no le interesaba y esto conllevaba que las relaciones humanas le importaran lo más mínimo, ¿amigos? Innecesario, ¿novias? Irrelevante, si de todos modos moriremos, ¿de qué vale hacer lazos que irremediablemente se romperán con la rutina y el tiempo?
¿Cómo es que un joven de 15 años se vuelve tan huraño de un día para otro?
Este era Ichimatsu, 15 años, tez clara, cabello oscuro y desordenado constantemente, de mirada cansada y caminar encorvado.
Era el primer día de secundaría en su nueva escuela, un día preciosamente soleado y fresco, las hojas de las flores de cerezo caían sutilmente haciendo la atmosfera aún más hermosa y relajada, pero eso a Ichimatsu no le interesaba en lo más mínimo, simplemente se paseaba entre los clubes de la escuela por aburrimiento y porque en el fondo le gustaba que tanta gente le suplicara entrar a sus aburridos clubes y ver sus caras de decepción al ignorarlos completamente.
No muy lejos de ahí, alguien completamente diferente se movía entre todos los de primer año, tratando de hacer entrar la mayor cantidad posible de gente al club del cual era parte por ya dos años y, durante este tercero, presidente.
De postura erguida y orgullosa, cabello oscuro siempre ordenadamente perfecto, sonrisa fácil y ojos llenos de vida, no había nadie en esa escuela que no conociera al presidente del club de teatro, su fama lo precedía, era carismático, divertido, coqueto y constantemente salían piropos de sus labios hacia todas las chicas que pasaran por delante de sus ojos.
Un chico popular, nada mejor dicho; uno puede esperar que con aquella popularidad y considerando que además era bastante atractivo tuviera al menos un centenar de pretendientes en la escuela, pero no era así, y la verdad no podía comprender porque razón ninguna chica se le acercaba con alguna intención más que una simple amistad.
Eso le cabreaba un poco pero no dejaba que aquello le bajara el ánimo, al contrario, cada día actuaba más pretencioso y trataba de impresionar a más chicas con sus actitudes exageradas y un poco forzadas.
Pero nada funcionada, todas lo veían como el presidente del club atractivo que puede tener a cualquiera que quiera, y eso mismo alejaba a todos de empezar un posible noviazgo, ¿si actúa así conmigo, quien puede asegurarme que no lo hará con todas las demás?
Eternamente de amigo, admirado pero alejado al mismo tiempo, ese era Karamatsu.
Estaba convencido que no había ningún estudiante que no lo conociera y venerara en ese colegio, si no tenía el amor que anhelada al menos podía sentirse amado de alguna otra forma, la verdad, adoraba ser el centro de atención y que todos alabaran su capacidad para interpretar cualquier personaje que se propusiera.
Un chico popular, rodeado de gente que lo estimaba, pero que nadie se acercaba más allá por miedo a que su vida fuera un constante teatro; se encontraba tan solo como Ichimatsu, solo que él no lo sabía, o quizás sí y prefería ignorarlo.
¿Qué importa si aun así me admiran?
¿En qué punto extraño estos dos podrían llegar a encontrarse y darse cuenta de la presencia del otro?
Cuando Karamatsu vio caminar despreocupadamente a alguien tan parecido físicamente a él mismo creyó que podría ser una broma o quizás ese pequeño sería alguna especie de fanático de su persona, ¡que halago que existan los Karamatsu Boys! si hasta podrían ser parientes, ¿será una casualidad que su cara sea tan similar a la propia? Quizás su fama llego más allá de las fronteras de su escuela y al saber que existía alguien tan talentoso y similar a él vino a esta escuela buscando seguir los pasos de su Senpai, ¡Que halago tan grande!, ese muchacho tiene que estar en el club de teatro, ha sido destinado a ese lugar, pensaba emocionado mientras el otro ni siquiera se enteraba de nada a su alrededor.
¿Qué más podemos decir?
Al momento en que Karamatsu se paró delante de un indiferente Ichimatsu y le propuso elegantemente que se uniera al club de teatro con su característica pretensión, los hilos del destino empezaron a moverse libremente hasta unirlos irremediablemente a estos dos sujetos tan diferentes
"- no temas mi pequeño, Karamatsu Boy, no tienes porqué sentir vergüenza, en un verdadero halago que tu pasión te lleve a buscar imitar la perfección, ven conmigo y juntos podremos explotar al máximo tus ganas de expresarle al mundo su pasión"-
¿Qué habrá sentido Karamatsu al ser tan cruelmente rechazado? Quizás más de lo que es capaz de aceptar, su pequeño y frágil orgullo se debe haber sentido trizar un poco con aquella indiferencia.
"- ¿quién eres?, no estoy interesado en formar parte de ningún estúpido club de nada, y mucho menos si en él hay gente como tú-"
El destino es algo gracioso y está constantemente cambiando dependiendo de nuestras acciones, pero justo en ese instante Karamatsu no iba a dejar pasar esa oportunidad, aquel muchacho tenía que ser parte de su club, o de su vida, al menos como enemigo, pero algo dentro de él no dejo que simplemente se fuera dejándolo con su orgullo dañado en medio de los pétalos que flotaban en el aire.
"- Mi pequeño Karamatsu boy, ¡lograré de alguna manera que cambies de opinión y entres al club de teatro!-"
Fue lo último que escucho Ichimatsu antes de seguir caminando sin preocuparse en aquel sujeto que extraña y siniestramente se parecía tanto a él físicamente; que espanto, aquello le causaba repelús.
"debe ser un completo idiota engreído simplemente"
Pero el destino es algo caprichoso, y esto recién estaba comenzando.
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obra escrita en conjunto entre RedxYami (http://bunniesandjellyfishes.tumblr.com/) y su servidora (http://nosequemierdacreativaponer.tumblr.com)
ilustraciones y mente creativa por RedxYami
escritora su servidora c:
para ver la version en ingles y las ilustraciones en calidad ultra HD ir a http://bunniesandjellyfishes.tumblr.com/tagged/when-i-close-my-eyes
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Cuando cierro los ojos / KaraIchi
Roman d'amour¿que tan caprichoso puede ser el destino? ¿será que cada una de nuestras acciones cambian un poco el sentido de nuestra vida? ¿pueden dos personas completamente diferentes juntarse por culpa de este? ---------------------- historia original basada e...