•2• Harry Potter

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Gema sentía nervios, ese año su tercera hija, Lily Luna Potter al igual que sus hermanos Albus y James, ingresaba a Hogwarts como era de esperarse para un hijo de magos a los 11 años.

La rubia no dejaba de caminar de un lado a otro en la sala principal donde su esposo la veía cansado. En la decimocuarta vez que su esposa iba a seguir dando vueltas, se levanto de su asiento y atrajo a Gema en un cálido abrazo que la rubia no tardo en responder. Harry la entendía perfectamente, Lily también era hija suya y sentía igual o hasta mas nervios que ella.

— Para ya Gema o tendré que llamar al sarnoso de tu hermano por una poción tranquilizante — explicó Harry con tranquilidad a la vez que Gema se separa bruscamente para mirarlo con furia en sus ojos grises.

— Draco no es ningún sarnoso, Potter — le espetó con seriedad mientras Harry la miraba un poco arrepentido pero sin llegar a estarlo en realidad.

— Para mí, Malfoy siempre lo será mujer — solo le respondió dejándola con la boca abierta mientras sus tres hijos entraban y veían divertidos como su padre intentaba liberarse de la discusión con su madre.

— Mami quiero una lechuza para este año — rompió el silencio dulcemente Lily a la vez que la abrazaba por sus caderas ya que no llegaba mas arriba. La rubia olvidando por completo su enojo abrazó a su niña con fuerza — Mami me estas asfixiando.

Gema soltó a la pequeña del abrazo para observar a la pequeña pelirroja de ojos grises. El cabello lo saco de su abuela Lily Evans, mientras sus ojos los había heredado de su madre.

Fueron al callejón Diagon donde comprarían todos los materiales del 4to, 3ero y 1er curso respectivamente. James, Albus y Lily iban un par de pasos frente a sus padres observando atentamente el fantástico callejón mientras atrás, Gema iba con mejor humor que su esposo. Este no podía evitarlo al ver las miradas lascivas de varios hombres puestas en su mujer. Juntando su valor digno de Griffyndor tomó a su esposa por las caderas y la pego a un costado suyo mientras deslizaba posesivamente una mano por la cintura de la mujer que lo veía entre extrañada y divertida.

Al volver la mirada hacia adelante, vieron como una niña empujaba a su querida Lily sobre un charco de lodo, así que con sus instintos de mamá osa corrió hacia su pequeña mientras limpiaba su vestido con magia y comenzaba una fuerte discusión con la madre de la niña que empujó a su pequeña contra el lodo mientras lo hombres de la familia veían divertidos la situación.

One Shots [Harry Potter] EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora